660 horas sobrevolando el mundo

Teresa Díaz (EFE)
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Cuatro cazas españoles toman partido en una gesta, en el marco de una ambiciosa operación conjunta con Francia y Alemania, para poner a prueba durante casi dos meses el potencial aéreo de la UE

660 horas sobrevolando el mundo - Foto: EFE

Cuatro continentes recorridos, con un saldo a favor de 400.000 kilómetros; o lo que es lo mismo, más de 660 horas sobrevolando el espacio aéreo de 24 países, con ocho saltos tierra-tierra. Todo un periplo de más de 50 días alrededor del mundo, principalmente por la zona Indo-Pacífico, en el que han participado 44 aviones europeos, entre ellos cuatro cazas españoles.

La operación, denominada Pacific Skies, ha unido a las fuerzas aéreas nacionales, de Francia y Alemania, en un ambicioso despliegue cuyo punto de partida fue la base alemana de Nörvenich (Colonia), el pasado 26 de junio, y que finalizó en India el 15 de agosto.

Durante casi dos meses, el Ejército de Aire y del Espacio, la Luftwaffe y L'Armée de l'Air han tratado de demostrar que Europa tiene capacidad para operar una potente fuerza aérea en cualquier rincón del planeta, afianzar la cooperación con países de Indo Pacífico y vender la industria de defensa comunitaria, pues todos los aviones eran de fabricación en la UE.

Interior de uno de los aviones que han participado en la  denominada ‘Pacific-Skies’.Interior de uno de los aviones que han participado en la denominada ‘Pacific-Skies’. - Foto: EFEUn total de 28 aeronaves de combate y 16 de grandes cisternas y de transporte. La agrupación aérea expedicionaria española, bajo el nombre de Plus Ultra, ha aportado cuatro Eurofighter, dos aviones de transporte de largo alcance A400M y un A330 de reabastecimiento en vuelo, además de 240 efectivos, de ellos, 25 pilotos.

«Sin pecar de falsa modestia puedo decir que jugamos en primera división. España está al mismo nivel que las fuerzas aéreas de países punteros», subraya el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio (JEMA), general Francisco Braco.

Durante el despliegue, Plus Ultra ha participado en los ejercicios Artic Defender (Alaska), Pitch Black (Australia) y Tarang Shakti (India), además de realizar paradas logísticas en Japón, Filipinas o Malasia, entre otros países.

El jefe del Mando Aéreo de Combate, el general Francisco González-Espresati, destaca que ha sido un reto y lo ha comparado a las grandes «gestas» del siglo XX.

Un motor germano

En Alaska, los Eurofighter españoles han desarrollado combates simulados con armamento real, en un entorno de 300.000 kilómetros cuadrados, lo que ha permitido entrenar a los pilotos en situaciones muy realistas, en las que se han llegado a enfrentar más de 70 aeronaves al mismo tiempo, algunas de quinta generación.

El general Braco destaca en este sentido la labor del personal de mantenimiento. Casi dos meses de despliegue dan para mucho y «como muestra un botón», señala. Fue precisamente en Alaska, un día antes de saltar a Japón, cuando un pájaro impactó contra un caza español y rompió el motor. Una emergencia que se solventó con un recambio alemán, ya que el de repuesto nacional estaba posicionado en Australia, y que permitió al avión seguir el periplo sin problema.

«En las tierras de Mordor»

Tras llegar desde Japón, el pasado 20 de julio, los Eurofighter se incorporaron al principal ejercicio de la fuerza aérea australiana, que se desarrolla cada dos años con un marcado carácter multinacional. Para ello, los pilotos españoles se entrenaron, junto a las tripulaciones de una veintena de países, en misiones de ataque aire-suelo, con empleo simulado de armamento, además de en operaciones aire-aire.

Además, aprovechado este ejercicio, uno de los dos aviones de transporte nacionales posicionó en Nueva Zelanda, en las antípodas de España. «Ha sobrevolado las tierras de Mordor», ironiza el general González-Espresati.

Fabricación rusa

Tras un breve paso por Malasia, el contingente de los Plus Ultra aterrizó en Sulur, donde participó en el último de los ejercicios tácticos de esta vuelta al mundo. Era la primera vez que el Ejército del Aire y del Espacio desplegaba en India.

Los Eurofighter españoles tuvieron, entonces, la ocasión de enfrentarse, entre otros, a los Sukhoi Su-30 indios de fabricación rusa, en combates uno contra uno y uno contra dos.

El comandante Fernando Rojas, del Ala 11, destaca esta experiencia. «Es lo mejor que me llevo, no volveré a tener otra oportunidad como esta», asegura.

Precisamente hasta allí se desplazó el JEMA en su primer viaje oficial después de asumir el cargo el pasado 25 de julio y tuvo la ocasión de volar en uno de esos cazas rusos, junto a un piloto de la fuerza aérea india.

Aunque los aviones europeos viajaban con planes de vuelo autorizados, se había valorado la posibilidad de que pudieran ser interceptados por cazas rusos, algo que finalmente no ocurrió.

Impresora 3-D para piezas

«Parecía fácil pero no lo era», admite el general González-Espresati, mientras pone el foco en la importancia del apoyo logístico «muy preciso» para este tipo de operativos, ya que «había que ir coordinando cada detalle escala a escala». En ello coincide el JEMA, quien destaca que, fruto de ese apoyo, se desplegó en Alaska una impresora 3-D que permitió fabricar una pieza para instalar en uno de los Eurofighter.

De esta manera se pueden imprimir repuestos pesados que no son fáciles de trasladar y España es pionera en disponer de esta capacidad.