Pablo Gallardo es uno de nuestros más inquietos creadores. Ahora presenta Mans'chegas, en La Casa del Libro de la calle Marqués de Molins  de la capital. Una exposición que se podrá ver en este espacio, con su horario habitual, hasta finales de mes. El artista comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de esta muestra que es también homenaje al traje de manchega.  

¿Por qué ese título Mans'chegas?

Bueno mans, por hombres, en inglés. Digamos que es un toque de humor, simplemente, no hay ninguna connotación más allá de eso, simplemente me pareció simpático y cargado de humor. Se trata de hablar del traje regional e interpretar personajes internacionales, incluidos El Fary o Dalí.  

Con moños incluidos.

La idea de los moños es, un poco, el símbolo del personaje. En el caso de Trump, por ejemplo, son dónut; en el caso de Dalí, es un erizo de mar, hablando de su relación con el Mediterráneo, con el surrealismo, porque también lleva un huevo en la mano pero, sobre todo, me parece algo muy ibero, el tocado manchego y me pareció que se podía trabajar mucho los símbolos en el tema de los moños y me gustó eso.  

¿Cuántos personajes componen esta muestra y por qué los eligió?

Son 10 personajes y los he elegido de todo tipo, porque los hay simpáticos y más o menos antipáticos. Por ejemplo hay gente que me gusta mucho, como El Fary, porque me parece muy simpático, y hay gente que me gusta menos, como Putin, pero bueno, está Michael Jackson también. Luego, he compartido esta historia, este proyecto, con Roberto Ibáñez, que ha escrito los textos, ha desarrollado la historia de cada personaje de la misma. 

¿Una doble exposición?

Claro, él es un amigo. Le gustaba el proyecto y le pedí que preparase unos textos para acompañar a la obra. Lo bueno es que está enriquecida por unas historias, porque imaginamos esos personajes en Albacete. Por ejemplo, Putin que viene a expiar a la Base de Los Llano, cosas así, un poco locas para darle un poco de humor. Creo que estamos en fiestas y hay que darle ese tono. 

¿Cómo están hechas?

He usado una técnica mixta y lo que hago es planteo este proyecto a nivel infográfico, pero luego son collages de telas, que intervengo con pintura, gouache o grafito, para darle volumen a las figuras. La cara también está intervenida, el toque es muy artístico y la verdad es que lleva mucho trabajo, porque el proceso  es largo. La exposición ha sido un reto. 

¿Por qué 10 obras?

Es el número de la Feria, son 10 días. Mi idea era hacer 12, como los meses, números un poco cabalísticos. Como en Valencia, a mí me gustan mucho los ninots de una fiesta que también lleva aparejada mucha crítica y humor.  ¿Qué personaje le gusta más al propio artista?

A mí hay dos personajes que me gustan mucho. El primero es Dalí, por su expresividad y me gusta mucho también Woody Allen, aunque tengo que reconocer que les tengo mucho cariño a todos. Los he trabajado como lo hacía yo siempre y los he disfrutado, aunque sí te diré que están muy pensados, ideas pasadas a ilustración y les tomas cariño a todas. Bueno yo empecé haciendo manchegas hace ya unos años, hice a Isabel la Católica y me  gustó el concepto y a raíz de tener clara esta exposición, me puse a hacer todos y bueno, ahí están hasta el 30. 

¿Tiene mucho que ver esto con su trabajo?

A mí no me gusta repetir en lo que hago. No me gusta seguir una línea, busco siempre la experimentación, como ocurre en esa exposición,  Mans'chegas. No quiero aburrirme y me gusta ser coherente y, aunque no sé qué haré el año que viene, sí que me gustaría hacer algún personaje más, no demasiados. Cuando se me ocurre una idea, la paso a lápiz, hago el boceto  y la dejo descansar, pero es un poco difícil pensar ya en más moños, aunque seguro queda alguno, posiblemente para mi colección. 

Un toque distinto. 

Seguro, fíjate, Trump, de manchega, parece una abuela entrañable, humaniza, y te traes al terruño personajes que no tienen nada que ver con nuestra tierra. 

Esta exposición está en el centro de la capital, como su  Albacete, ya un punto de encuentro.

Me siento muy orgulloso, la verdad,  ya el tótem de Albacete y desearía que fuese un icono pop y me gustaría que, con el tiempo, fuese parte de la ciudad, La verdad es que ha sido un proyecto muy bonito.