Tras la extinción de la anterior Asociación de Familiares y Enfermos de Parkinson de Albacete (Afepa) por los problemas económicos que llevaron al cierre de su centro de rehabilitación, acaba de constituirse en la ciudad una nueva entidad, gracias a la aportación económica de cuatro socios del anterior movimiento sociosanitario. Bajo las siglas de ENPA (Enfermedades Neurodegenerativas y Parkinson de Albacete) y presidida por Emilio Villaseñor, afectado de párkinson y portavoz de la gestora que se creó cuando la junta directiva de Afepa presentó su dimisión.
Con una treintena de pacientes, cifra que crece cada día y que a final de este mes podría superar el medio centenar, ENPAya cuenta con un local, en la calle doctor Ferrán, 17, que previamente ha acondicionado para ofrecer las terapias a los enfermos de párkinson, gracias a la contratación durante estos últimos días de varios profesionales, ninguno de ellos los que trabajaban contratados por Afepa.
«No ha quedado otra que poner dinero para poner en marcha la nueva asociación, cada uno en la medida de sus posibilidades, porque todo tiene un coste, desde el adelanto de la mensualidad y la fianza del local de la sede, hasta los arreglos, por pequeños que sean de estos espacios», indicó Villaseñor, que insistió en que «ahora mismo estamos en plena efervescencia y ebullición para comenzar la actividad, con el fin de que los enfermos reciban cuanto antes sus tratamientos y no sufran un retroceso, ya que algunos, desde que cerró el anterior centro, están muy deprimidos y apenas salen de sus casas».
Para ello, el presidente de ENPA aseguró que inicialmente han decidido rebajar la tarifa de las sesiones grupales a ocho euros, mientras que las sesiones individuales tendrán un coste de 25 euros.
Por parte de las instituciones, aseguran que han recibido su buena voluntad y esperan optar a subvenciones tras las convocatorias pertinentes. En concreto, han pedido 50 plazas, aunque finalmente podrían quedar en 30 del Servicio de Promoción de la Autonomía Personal (Sepap), una prestación del catálogo la Ley de Dependencia, que concede a los beneficiarios la Consejería de Bienestar Social.
El cierre del centro de Afepa, con una deuda que la gestora estimó en unos 300.000 euros, llevó a derivar a otros recursos a parte de los 130 pacientes usuarios de ese recurso.
Emilio Villaseñor informó que la gestora no ha denunciado a la anterior asociación ni culpa a nadie de lo sucedido, «lo único que hicimos fue entregar la documentación de la que disponíamos a la Fiscalía para que sea ésta institución la que investigue lo sucedido".