Pasadas las cinco de la tarde, el espectacular dispositivo policial desplegado en las inmediaciones de la carretera de Jaén concluía con éxito. El hombre de 34 años -conocido como Chicuelo de Balazote-, atrincherado en su vivienda, en la calle Guatemala, era detenido. Horas antes, saltando las doce y media, había disparado en el interior de la casa, en la que se encontraba con su pareja -que pudo salir ilesa de la casa-, y se atrincheró en ella. A partir de ahí, una jornada poco habitual para vecinos y curiosos de la Vereda de Jaén.
Las detonaciones de lo que primero se dijo que era un arma de aire comprimido pero que, como se confirmó desde la Subdelegación del Gobierno a este diario, realmente era un arma de fuego, alertaron a varios vecinos, que dieron la voz de alarma a la policía.
El boca a boca en el barrio y las mil y una versiones, con audios y vídeos, que corrían como la pólvora en redes sociales fueron caldo de cultivo para multiplicar la expectación. «Es muy conocido en el pueblo», decían unas voces de las arremolinadas durante horas a ver el desenlace. «Tiene una finca de ajos», decían otras. También se aludía a su acomodada posición económica, sus fuentes de ingresos o su gusto por coches de alta gama. Quien más y quien menos parecía saber algo de su vida. Pero nadie lo hablaba abiertamente a los medios.
La trinchera cedió con la llegada de los antidisturbios. Cuatro enormes furgones blancos, y varios coches de gran volumen, desembarcaron, rozando las cuatro de la tarde. De ellos descendieron, con pasamontañas y chalecos antibalas, más de una docena de agentes. Mientras, desde el aire, un dron daba el apoyo con otra perspectiva. Apenas una hora más tarde daban por finalizada su intervención.
Ya sin rastro de lo ocurrido en la protagonista calle, pegada al polideportivo del barrio, el subdelegado del Gobierno, Miguel Juan Espinosa, acompañado por el comisario provincial de Policía Nacional, Antonio Bueno, hacía balance. «La operación ha finalizado felizmente con la detención» de la persona que había realizado los disparos y que había llevado a la participación de «cerca de un centenar de efectivos», entre agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la UPR de Albacete, de los GEO, de Guadalajara, y de Sistemas Especiales, de Madrid. Añadía, además, que el arrestado «no ha opuesto resistencia» y alababa la «absoluta normalidad» lograda «gracias a un trabajo impecable» por parte de la Policía Nacional. También el alcalde, Manuel Serrano -ayer en Málaga por el reconocimiento a Abycine- felicitaba «la labor policial, que acabó en el éxito» de la operación.
Eso sí, el tirador fue antes trasladado en ambulancia -custodiada por coches policiales- al Hospital, para realizarle una valoración inicial, ya que habría ingerido sustancias nocivas para la salud. El regente del bar vecino relataba, a quienes le preguntaban si lo conocía, que «esta mañana ha venido y se ha trincado una botella entera de anís». Tras la valoración, fue trasladado a dependencias policiales y en las próximas horas -probablemente el miércoles- pasará a disposición judicial.