Aversión química que protege cultivos y elimina malas hierbas

SPC
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Inducir en las ovejas rechazo a las especies productivas puede servir para que puedan pastar en las parcelas alimentándose solo de las plantas que no interesan, ahorrando así costes en herbicidas

Aversión química que protege cultivos y elimina malas hierbas

La reducción en el uso de productos fitosanitarios es uno de los principales objetivos de la agricultura, ya sea en España, en Europa o en el mundo. Usar menos de estas sustancias reduce el impacto medioambiental de los cultivos y además supone un ahorro para el agricultor. Pero el reto está en conseguir esa reducción sin que las cosechas se vean mermadas. En esta carrera por conseguir métodos alternativos que permitan un tratamiento más sostenible de los cultivos, del suelo y, por lo tanto, una disminución en el uso de estos fitosanitarios, está cogiendo protagonismo la aversión inducida químicamente al ganado.

Ante todo se trata de un avance que respeta, en todo caso, el bienestar y salud animal y que en España llevan varios años investigando universidades como la Autónoma de Barcelona, cogiendo ahora fuerza de la mano del proyecto Agri-Rovenat. La investigadora del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y coordinadora del proyecto, María del Carmen Martínez, ha informado de que se encuentran en su primera fase tras conseguir la financiación pertinente. Asturias y Galicia son las dos autonomías de ensayo en las que se trabajan con la idea de conseguir cultivos de vid, olivo y rosa antigua (usada en la industria del perfume) más eficientes, productivos y sostenibles.

En esa ecuación llama la atención el uso de la aversión condicionada que se aplicará en ganado ovino, un método conocido por la ciencia y disciplinas como la Psicología que consiste en inducir el rechazo a un alimento. Se consigue dando de comer a los animales hojas de los cultivos a proteger (vid, olivo y rosa antigua) para, a continuación, suministrarles un preparado químico (como cloruro de litio), lo que les genera una sensación de indigestión que los animales asocian con esas hojas y que, por lo tanto, rechazarán comer en adelante.

Aversión química que protege cultivos y elimina malas hierbasAversión química que protege cultivos y elimina malas hierbasAl rechazar comer hojas de vid, olivo y rosa antigua, las ovejas optan por la vegetación del suelo. Eso es beneficioso porque, según la investigadora, no solo se evita que el ganado coma el cultivo sino que al ingerir vegetación del suelo es posible prescindir de herbicidas, se conserva la flora natural y la biodiversidad de la zona, se evita la erosión del suelo y se aporta fertilizante al terreno gracias al estiércol de los animales.

Es un método que ayuda, según Martínez, en zonas con mucha vegetación, como es el caso de las dos autonomías en las que se hacen ensayos (Asturias y Galicia), donde «es muy difícil controlar las malas hierbas y que no compitan -en recursos- con la planta del cultivo».

Robot teledirigido.

El proyecto, liderado por la Fundación CSIC y cofinanciado por la Unión Europea y el Gobierno de España, también hará uso de segadoras teledirigidas que ejercerán una labor similar a las ovejas, desbrozando vegetación en las parcelas. La investigadora incide en que este robot teledirigido es «mucho más rápido y eficaz».

Además, se desbrozará a mano y se compararán estos tres sistemas (ovejas, robot y desbroce manual) para sacar conclusiones en aspectos como control de cubierta vegetal, calidad de las producciones obtenidas o influencia en la incidencia de enfermedades fúngicas. Se prevé, a priori, que el uso de estos sistemas alternativos a los herbicidas reducirá «muchísimo» el uso de fitosanitarios porque bajará la incidencia de enfermedades.

Agri-Rovenat ampliará su estudio a otras áreas como la calidad de la leche de las ovejas en función de la parcela y cultivo en el que pasten; o cómo influye el estiércol del ovino, rico en potasio, en la maduración de los cultivos porque «sabemos que lo beneficia», al menos en el caso de las uvas. En la próxima primavera ya tendrán los primeros resultados de esta fase, pero será en 2027 cuando acabe la totalidad del proyecto. Un programa «muy ambicioso», en palabras de Martínez, que facilitará la conservación de la biodiversidad pero también del emprendimiento e incluso la repoblación del entorno rural.

 

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