Los músicos de Albacete unieron sus talentos para apoyar a Letur, que tanto sufrió por el paso de la DANA y lo hicieron, como mejor saben, ofreciendo un espléndido concierto en un Teatro Circo lleno de solidaridad, porque la respuesta a esa llamada no pudo ser mejor.
Música para la reconstrucción contó con la presencia del presidente de la Diputación, Santiago Cabañero, que entregó la Medalla del Teatro Circo al alcalde de Letur, Sergio Marín; y del primer teniente de alcalde de Albacete, Francisco Navarro, entre otras autoridades. También María Rozalén quiso estar en esta cita, a través de un audio de agradecimiento y apoyo a la fantástica iniciativa.
Los responsables de este evento, ante la llamada de Fermín Navarrete y Alberto Nevado fueron el Coro del IES Parque Lineal, dirigido por Paloma Gallego y José Miguel Soria; la Coral Tarazonera, dirigida por Isidro Joaquín; cantantes y solistas como Paloma Gallego, María Hernández, Amparo Martínez, Joaquín Alvarruiz, Agustín Plaza o José Miguel Soria, junto a la Unión Musical Ciudad de Albacete, que dirige Alberto Nevado, y la agrupación Amigos de Fermín Navarrete, del propio maestro y también estuvieron en esta gala músicos de Letur.
Todo esto, con la presentación de Alicia Collado, que se encargo que intervenir para valorar esta propuesta y apoyar a los paisanos de Letur, sin olvidar Valencia y Mira, con un especial recuerdo para los que perdieron su vida.
En el concierto de unos 120 músicos, con las agrupaciones fundidas y con músicos de Letur, con las corales, y solistas, se ofreció un gran espectáculo, con un repertorio pensado para todos los públicos, en dos partes, con una primera bajo la batuta de Alberto Nevado Cortes y, para la segunda, Fermín Navarrete García.
La cita se inició con el Galop de Guillermo Tell, de Rossini, que dio paso a la intervención de Alicia Collado. En esta cita no podía faltar el pasodoble Letur, de Gaspar Ángel Tortosa. Siguió Mar y Bell, la fantasía española de Ferrer Ferrán, para seguir con la soprano María Hernández, con el Vals de Musetta, de La Bohème, de Puccini. Agustín Plaza, tenor, se encargó de la famosa Romanza de Leandro, de La Tabernera del Puerto, de Pablo Sorozábal. Finalizando brillantemente Alberto Nevado la primera parte con la Suite de Carmen, de Bizet.
El Intermedio de La leyenda del beso, de Soutullo y Vert, ya con dirección de Fermín Navarrete, inició la segunda parte. Siguió el dúo de Katiuska y Pedro, de la zarzuela de Sorozábal, con la soprano Paloma Gallego y el barítono José Miguel Soria.
La parte coral más importante incluyó el Coro de eslavos hebreos, de Nabucco, de Verdi, el Coro de doctores (también de doctoras), de El rey que rabió, de Ruperto Chapí, y la Canción del sembrador, de La rosa del azafrán, de Jacinto Guerrero, con el barítono Joaquín Alvarruiz. Amparo Martínez, soprano, fue la solista en el Pasacalle de las mantillas, de El último romántico, de Soutullo y Vert.
Un gran concierto para una gran causa, que no podía terminar sin un bis con un recuerdo solidario con Valencia y los damnificados por la DANA, con Un beso y una flor, la canción del gran Nino Bravo, otra sorpresa de la velada, con la batuta de Antonio López, director de la Banda Municipal de Letur.