Cruz Roja cuenta con otros programas dirigidos a los colectivos de personas más vulnerables, como es el programa de cobertura de necesidades básicas de las personas en extrema vulnerabilidad, a través del cual la entidad ayudó el pasado año a 2.800 personas.
Un programa adaptado a las necesidades de cada momento que está en vigor desde finales de 2008 fruto de la crisis económica y que viene a reforzar otros programas ya habituales que la ONGtiene para dar una respuesta social en todos los campos a las personas en riesgo de exclusión.
Este programa, cuya cifra de usuarios atendidos se mantuvo estable en 2024 respecto a 2023, puesto que la cronificación de la pobreza se traduce en una cifra de personas beneficiarias estable con las que vienen interviniendo los técnicos y voluntarios de Cruz Roja en la provincia de Albacete, incluye desde el reparto de alimentos y productos de higiene, el pago de medicamentos, así como material escolar.
En paralelo la entidad viene trabajando de manera decidida para favorecer la integración social de las personas migrantes, ofreciéndoles de forma gratuita desde clases de castellano para que se manejen con la lengua, apoyo en la regularización de su situación con el pago de las tasas, así como asesoramiento jurídico, además del pago de medicamentos.
suministros. Como complemento también de las ayudas de pobreza energética que concede la Junta de Comunidades a las familias más vulnerables, Cruz Roja ha recibido en los dos últimos años financiación de un programa de la compañía de energía BP (antes llamada British Petroleum, dedicada principalmente al petróleo y gas natural, con sede en Londres), «lo que nos ha permitido atender el pago de suministros energéticos, de luz, agua, calefacción, compra de botellas de butano), etc., muchas de ellas destinadas a los asentamientos irregulares», indicó Gloria Salinas.En concreto, el aporte económico de esta empresa permitió a la organización no gubernamental realizar hasta 1.786 intervenciones en 2024, que beneficiaron a 727 personas.
Actuaciones que han abarcado, tal y como detalló Salinas, fruto del seguimiento realizado de cada caso, desde el arreglo de suministros de las viviendas, la compra de electrodomésticos, labores de fontanería, así como formación y capacitación de las personas beneficiarias de estas ayudas para que sepan con qué empresas les sale más económica la factura del suministro energético, y en otros casos se les ayudó a la tramitación del bono social.