La bailarina albacetense Pilar Fernández afronta una nueva etapa laboral tras seis años en Austria, tiempo en el que bailó sobre sus puntas en dos compañías, Tanzcompany Innsbruck y Limonada Dance Company, ambas dirigidas por Enrique Gasa Valga.
Fernández vuelve a sus raíces para formar parte de la Fundación Esteban Berlanga, un proyecto que incluirá casi todas las disciplinas artísticas (danza, música, pintura, arquitectura, etc), y que tiene una intención «pedagógica y social».
Este proyecto todavía está dando sus primeros pasos, siendo una de las acciones desarrolladas para llevar a cabo su apertura, un cursillo de verano, en el que participaron niños procedentes de diferentes puntos de la geografía española. Pilar Fernández participó en esta actividad, en la que tuvo la oportunidad de trabajar con niños a los que les encanta la disciplina de la danza. «Tenemos una cantera de bailarines muy buena y me apetece poder animarles», manifestó Fernández, destacando que sólo hacen falta «motivación, ganas y pasión por la danza» para llegar a bailar en compañías en el extranjero. Reconoció que es un mundo «difícil y precario», sobre todo, en España que no hay muchas ayudas, pero «sí, se puede». Sólo hay que mirarse en el espejo de Pilar Fernández para comprobar que con pasión y mucho trabajo se pueden alcanzar sueños.
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