Manuel Jiménez 'Júnior' (Montilla, 1981) lleva camino de una década como máximo responsable deportivo del CB Villarrobledo, tanto en su primer equipo como en su estructura de cantera. El técnico se muestra optimista en el regreso del equipo villarrobledense a categoría nacional después de una travesía por el desierto tras el descenso desde la LEB Plata.
¿Se ha revitalizado el interés por el baloncesto en Villarrobledo con el ascenso reciente?
En la temporada anterior ya habíamos dado un primer pasito tras el descenso a Primera nacional y un momento que quizá era el más difícil. Completamos le competición con un equipo de chavales y al año siguiente, con un par de retoques, fuimos capaces de conseguir una plaza en Tercera FEB. Ahora vamos a ver si somos capaces de consolidar esto.
Después de tantos años en LEB Plata y descender les costaría trabajo volver a empezar.
Hay un momento en el que hay mucho alejamiento entre la primera plantilla y la cantera, aunque nosotros siempre hemos tenido jugadores de ella. Entraron en la escuela entrenadores que habían sido jugadores y gente joven que lo hizo desde la victoria y no desde la derrota, y todo ello ha generado una base que da estabilidad. En las competiciones profesionales, si tienes apoyo económico estarás arriba, y si no habrá que picar piedra. También resultaba importante tener buenas entradas en el pabellón en un momento que había que aprovechar, lo hicimos y ahora tenemos muchas ganas de competir en esta Tercera FEB.
Esta categoría ya goza de cierto nivel. ¿Qué objetivos se marcan?
El primero es conformar un equipo para una categoría semiprofesional y dar respuesta a los jugadores jóvenes que se han comprometido con nosotros. Luego veremos cómo nos adaptamos a la categoría porque hay un porcentaje de jugadores nuevos. Tenemos ilusión por hacer un buen trabajo sabiendo que es un grupo complejo, y si trabajamos podremos ser competitivos.
¿Siguen tan limitados en la parcela económica?
Las limitaciones son las de siempre. Tenemos el respaldo de nuestro patrocinador principal que es El Ventero y sin ellos sería imposible, y también subvenciones regionales, una masa social que aumenta y pequeños patrocinadores que son las que dan estabilidad al proyecto. No será una economía de crisis, pero afrontar cuatro desplazamientos a Canarias supondrá un desembolso grande que intentamos hacer compatible con una plantilla lo más competitiva posible.
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