Como cada mes de agosto la actividad frenética de los juzgados bajó su ritmo ayer de forma notable con el inicio del mes inhábil.

Especialmente se dejaba notar en la Ciudad de la Justicia, puesto que ayer dejaron de celebrarse juicios, como señalaba el juez decano de Albacete, Pedro Benito López. «En Penal juicios no suelen celebrarse, ni tampoco en Civil, ni en Contencioso, ni en Social. Las causas con preso se suelen señalar antes o después de agosto y si está en fase de Instrucción se siguen tramitando con normalidad».

Además añadía que «salvo en Instrucción no se hacen notificaciones a los procuradores, ni corren los plazos procesales al ser meses inhábiles, es como si fueran sábados y domingos».

Sin embargo, López admitía que «el Registro Civil está en funcionamiento, también los juzgados de Instrucción eso es hábil al igual que todo el año y el resto se puede habilitar para medidas cautelares que sean urgentes, por ejemplo en materia de Familia, se sigue haciendo la ratificación de internamientos urgentes y también se pueden tomar medidas en materia de derechos fundamentales en Social y Contencioso».

Las bodas podrían celebrarse, pero el juez decano reconoce que «en agosto no se celebran».

De vacaciones. Debido a esta situación son muchos los funcionarios, jueces, procuradores y abogados que optan por coger sus vacaciones en agosto.

En cualquier caso, el decano del Colegio de la Abogacía de Albacete, Albino Escribano, reconocía que la Justicia no sufre una paralización total. «La mayoría de abogados optan por coger vacaciones en estas fechas, pero hay despachos, fundamentalmente los que se dedican al Derecho Laboral y al Penal, que tienen que hacer turnos, porque tienen que estar pendientes de varios asuntos».

En la misma línea añade que «por mucho que tengamos más tranquilidad en agosto, si estás solo en el despacho y no tienes otro compañero que te cubra, tienes que estar pendiente del correo, de posibles notificaciones y también de llamadas de clientes que necesiten que les atiendas, con lo que normalmente no tenemos una liberación total. Aunque se relaje mucho la cosa, no puedes dejar el trabajo de un modo total. Es difícil abstraerte totalmente, si no tienes quien te sustituya».

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