El joven albacetense Pablo López García forma parte de la expedición de siete personas -cinco de ellas, de Castilla-La Mancha-, que parte precisamente hoy hacia Kenia para participar en, de la mano de la Fundación Kirira, en la campaña anti-mutilación genital femenina (MGF) en este país africano.
«Un grupo, entre el que me encuentro, vamos a estar dos semanas allí y otro grupo permanecerá otra semana más, hasta las tres semanas», explica López a este diario.
En concreto, explica este joven participante en el proyecto solidario, «lo que estamos haciendo para esta campaña propuesta desde la Fundación Kirira es recaudar fondos para poder comprar, y entregar, 1.250 pares de zapatos a niñas de la zona a la que vamos, para que puedan acudir a la escuela». Al ir con calzado, evitan heridas y picaduras a estas niñas durante el trayecto al colegio, y garantizan que puedan acudir con normalidad.
La idea, como la relata López, es asegurar la asistencia a clase de estas pequeñas, porque la educación es una de las vías fundamentales para acabar con prácticas como la mutilación genital femenina. «Mientras las niñas acudan a la escuela, el riesgo de sufrir mutilación genital femenina es menor», añade Pablo López.
El reto propuesto de recaudación de fondos implica conseguir el dinero necesario -la Fundación lo ha estimado en 5.000 euros- para poder adquirir ese más de millar de zapatillas, que «las vamos a comprar allí, en comercio local». La vía es la plataforma de internet Mi grano de arena, que ha titulado la campaña -para que se pueda identificar fácilmente al buscarla- Zapatos para acabar con la mutilación genital femenina.
Más de la mitad. Hasta ayer, último día antes de la partida de la expedición hacia tierras africanas, la recaudación conseguida, gracias a las 107 donaciones realizadas, rozaba el 60% del dinero que se han propuesto lograr, esto es, 2.958 euros.
«Yo creo que sí que lo vamos a conseguir, que la gente va a colaborar y que vamos a llegar a ese objetivo para poder comprar, y repartir, los 1.250 pares», se muestra convencido Pablo López.
Para este albacetense, y el resto de jóvenes, es su primera, o casi, toma de contacto con este proyecto, pero la Fundación Kirira lleva años trabajando en Kenia. De hecho, éste es un viaje a zonas rurales, para apoyar a su contraparte local, pero destaca porque, por primera vez desde la pandemia, cuentan con la presencia de voluntarios de diversos perfiles, que colaborarán en la ejecución de la campaña.
Lo que no es nuevo para López es el continente africano, «he viajado mucho a él», visitando Túnez, Egipto, Marruecos o Senegal han sido sus destinos. Pero, además de esta ventaja, le avala su condición de vicepresidente de la Asociación Metasport CLM, asociación que cuenta con un gimnasio para personas con discapacidad, y su formación como licenciado en Ciencias del Deporte. «La Fundación va a inaugurar en este viaje un centro de atención a personas con discapacidad» y, explica a este respecto Pablo López, «como viajamos un fisio, una técnico deportiva y yo, pues vamos a intentar aportar nuestra experiencia, y vamos a ver si podemos colaborar también con ello».