El Lobe Huesca La Magia tampoco fue capaz de romper una excelsa dinámica de resultados del Bueno Arenas Albacete Basket que, con el triunfo logrado en tierras oscenses, se prolonga hasta las siete victorias consecutivas. De menos a más tanto cuantitativa como cualitativamente, el cuadro albacetense mostró una cara muy competitiva con la cual consiguió superar a los anfitriones y alcanzar en la segunda plaza de la tabla al Morón, tras la derrota de la escuadra sevillana en casa del intratable líder Zamora, que también acumula siete triunfos consecutivos.
Desde el salto inicial el Albacete Basket se dio cuenta de la notable complejidad que envolvía su visita a un Palacio Municipal donde el Zamora y el Morón sufrieron muchísimo para ganar. Un triple del alero local Solá, que puso el 10-6 en el marcador, rompió con un relato inicial de partido bastante equilibrado, en el cual destacó el jugador pontevedrés Martín Fernández al aportar en diversas facetas del juego. Las variaciones introducidas tras el primer tiempo muerto solicitado por David Varela, dándole la oportunidad de sumar minutos al recién incorporado Saintel, sirvieron para no dejar escapar al Lobe Huesca y cerrar el primer cuarto con una salvable desventaja de cinco puntos (21-16).
Martín Fernández dio continuidad a su reseñable actuación individual en un segundo cuarto en el que generó complicidades efectivas con compañeros como Sima para anotar en el lanzamiento tanto de corta como de larga distancia. Servirse del lúcido estado de forma del escolta gallego fue uno de los remedios utilizados por el Buena Arenas para hacerle frente a la fortaleza del cuadro oscense en el rebote ofensivo y a la inspiración de Scariolo. Mezclado con la aparición estelar de Bono con un tapón en un momento clave del encuentro, con el 25-25 iluminando el tanteador, los pupilos de David Varela hallaron el camino más adecuado para reducir la renta local a los tres puntos (41-38).
Tras el paso por los vestuarios el Albacete Basket consiguió el objetivo de ponerse por delante en el marcador mediante una jugada en la que se unieron la lectura de juego del experimentado Alo Marín y el desequilibrio en el triple del joven madrileño De Blas (42-43). Este nuevo escenario de partido supuso un impulso emocional para una causa albacetense a la cual se está adaptando con más inmediatez de la esperada Saintel, autor de trece puntos en su segundo encuentro a las órdenes de Varela, cuyos pupilos ganaron un tercer parcial con escasa producción ofensiva por ambos bandos, pero que les permitió disponer de una ventaja de dos puntos (54-56).
De menos a más en el encuentro y desprendiendo mucha confianza en sus posibilidades por el inmejorable estado de forma en el que está inmerso, el Albacete Basket afrontó con las mejores sensaciones el último y definitivo cuarto. Alo Marín y De Blas se aliaron para firmar dos triples consecutivos que rompieron por completo con la igualdad y acabaron con las aspiraciones del urgido Lobe Huesca La Magia.