La Confederación de Empresarios de Albacete, FEDA, celebró el viernes por la noche su gala anual de entrega de galardones a los más destacados del año, los Premios San Juan. En esta ocasión, el evento llegaba a su vigésimoquinta edición y el Palacio de Congresos volvió a llenarse para reconocer el trabajo exitoso de un puñado de empresarios e instituciones en pro del desarrollo de Albacete y su provincia. Los reconocidos en esta ocasión con los galardones fueron Hispan Express Caudete, Multinivel Ibérica, Antogar, E.R. Ingeniería, Ana Lucena, Motocenter Almansa, Vinícola de Villarrobledo, la Asociación de Empresas de Seguridad de Albacete (Aesab), la Base Aérea de Los Llanos, Shiny Brain, la Asociación de Mujeres Afectadas de Cáncer de mama y ginecológico de Albacete (AMAC), José Antonio Sotos, los parques eólicos de Higueruela, el Conservatorio Profesional de Música y Danza de la Diputación y el Parque Empresarial Campollano.
Cada premiado destaca en algún aspecto de su día a día, pero en conjunto son un claro ejemplo de la riqueza y variedad que tiene el tejido empresarial albacetense, que fue, es y será la bse de la economía local y provincial. Y hay que destacar el aspecto provincial, porque la mayoría de las empresas reconocidas con un premio San Juan están radicadas en algún municipio de la provincia que no es la capital, lo que se traduce en que la actividad no se concentra en un único lugar, sino que está distribuida a lo largo y ancho de la geografía albacetense.
Los empresarios exhibieron músculo en la vigésimoquinta edición de los premios San Juan y lo hicieron frente a las máximas autoridades locales, provinciales y regionales. De hecho, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Pag, no quiso dejar pasar la oportunidad para defender a los empresarios frente al desafío catalán y aseguró que él, como político, siempre estará al lado de los emprendedores que generan riqueza en Castilla-La Mancha y cuanta más, mejor. Es algo lógico, que muchos políticos pretenden atribuirse, cuando son los empresarios los que verdaderamente crean riqueza en un territorio. Por eso mismo, las empresas deben ser protegidas por las instituciones públicas, facilitándoles su actividad para poder ser competitivas en unos mercados globales cada vez más complicados.
Cada vez es más habitual que los políticos se atribuyan los buenos resultados económicos en un territorio, cuando en realidad son los empresarios y emprendedores los responsables de esos éxitos. Los políticos deben dedicarse a incentivar y facilitar el trabajo de los empresarios, es decir, no entorpecer. El ejemplo lo tenemos recientemente cuando las empresas se marcharon de Cataluña por las políticas impuestas por los secesionistas.