La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha acogido esta mañana el juicio contra un joven que se enfrenta a 12 años de prisión por violar a una joven menor de 16 años de edad, en 2020 en Chinchilla de Montearagón, hechos que ha negado.
La vista ha comenzado con la declaración del procesado H.P.G., que en la actualidad tiene 24 años de edad y que ha negado que en el mes de agosto de 2020, tras encontrarse con la menor en una fiesta, se ofreciera a acompañarla a casa y que en el trayecto la violara en un callejón.
A continuación ha declarado la menor, que en la actualidad tiene 19 años, que ha comentado que ella conocía al procesado y que tuvieron relaciones sexuales en dos ocasiones, un par de veces antes de que se produjeran los hechos, pero ella le dijo que no quería tener esa relación y "acabamos bien".
En cuanto a la noche de los hechos, afirmó que fue en agosto y que no eran las fiestas de Chinchilla, sino que se celebró una fiesta en una cochera que dentro tenía una cueva a la que acudieron ambos. Ella no bebía mucho y el acusado la invitó a una copa y ella aceptó y habló con él un rato. Cuando llegó la hora de irse a casa, él se ofreció a acompañarla, para que no se fuera sola. "Yo le dije que no hacía falta que me acompañara, porque estaba cerca de casa, pero insistió y como no le vi mala intención, le dije que vale".
La violación.
La menor explicó que en el trayecto a la casa, el acusado le dijo que la acompañara un momento a un callejón, donde él tenía Fanta de limón guardada, momento en el que se produjo la agresión. "Él me acorraló de repente y no sabía que quería. Yo ya le había dicho que no quería nada con él antes. Me hizo ponerme contra la pared, me quedé quieta, empezó a darme besos, no sabía que estaba pasando, no me podía mover. Me quitó el cinturón y me desabrochó los pantalones. Yo estaba quieta, no entendía lo que pasaba. Me dio la vuelta, me inclinó un poco contra la pared y empezó a penetrarme".
La joven no sabía que hacer. "Llegó un momento en el que pude reaccionar, le dije que parara, que me estaba haciendo daño, me quité y cuando me estaba yendo, el decía que, por lo menos, le dejara terminar".
La menor regresó a su casa y no contó nada a nadie, aunque sus amigos sabían que no quería tener contacto con el acusado, aunque no por qué.
La menor mantuvo su silencio hasta que una conocida del pueblo denunció que había abusado de ella, como ella tuvo que ir a declarar como testigo a ese juicio, fue el momento en el que se decidió a denunciar los hechos.
En sus conclusiones la fiscal mantuvo su petición inicial de 12 años de prisión para el acusado, además de un periodo de alejamiento de la víctima, de su vivienda o de su lugar de trabajo a una distancia de 1.000 metros, por un periodo de ocho años, posteriores al cumplimiento de la pena. Por su parte, la abogada de la acusación particular, Cristina de los Ángeles García García, pidió identica pena, mientras que el letrado de la defensa solicitó la libre absolución de su cliente, al considerar que no había pruebas de que se hubiera cometido el delito.