Los gestos de solidaridad de la población albacetense con el pueblo ucraniano no cesan. Ayer de nuevo una furgoneta cargada de material sanitario recogida entre la comunidad educativa del colegio concertado Nuestra Señora del Rosario (Dominicas) salía con destino a la comunidad ucraniana de Villarrobledo, que lidera el padre Yuriy, quién desde esta localidad volverá a cargar un nuevo convoy, un camión o un autobús, con la ayuda humanitaria recogida de toda la comarca roblense y de municipios conquenses para iniciar un segundo viaje con destino a Leópolis.
La directora del centro educativo, María Bella Lozano Ruiz, ha sido la artífice de esta iniciativa con la que se suma a la campaña solidarida con Ucrania que se ha iniciado desde distintos rincones de la geografía provincial. Su amiga ucraniana Alina y las necesidades demandadas por ésta para sus compatriotas despertó el interés de Lozano Ruiz por intentar ayudar. Rápidamente se puso manos a la obra y envió una circular a toda la comunidad educativa del colegio y a través de las redes sociales. En pocos días la ayuda llegaba al centro, fundamentalmente medicamentos y productos sanitarios de botiquín para cubrir las necesidades de las heridas de guerra que está dejando en la población ucraniana el grave conflicto bélico.
No sólo han colaborado las familias de los alumnos escolarizados en este centro educativo, sino otros vecinos y ciudadanos anónimos que han aportado sus donaciones, que ayer recogió el padre Yuriy que llenó una furgoneta y un coche con todo el material, gracias a la ayuda de los escolares de cuarto curso de ESO.