La XXVII Conferencia de Presidentes ha dejado frío al líder del Ejecutivo de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien ha echado en falta un «debate» entre todas las autonomías para intercambiar pareceres con los temas que estaban puestos sobre la mesa. Page ha agradecido poder hablar «sin necesidad de pinganillo» y la imagen de unión que ha dejado el encuentro entre mandatarios autonómico y el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez: «Hemos dado una foto que representa a una nación enormemente rica».
Más allá de las formas y las fotos, la financiación autonómica ha sido el tema central a debatir del Órgano de presidentes. Esta cuestión ha ocupado gran parte de la intervención del presidente de Castilla-La Mancha quien, en líneas generales, ha mostrado una posición ya conocida: «La riqueza es nacional, lo dice la Constitución», por lo que ha cuestionado a quienes quieren «17 modelos de riqueza», ya que sería el fin del Estado de las Autonomías.
Así, ha reclamado que los dos partidos más mayoritarios en el Congreso de los Diputados, Partido Popular y Partido Socialista, se sienten a negociar un pacto en materia de financiación autonómica para evitar posibles chantajes independentistas: «Para que salga un acuerdo de financiación tendrá que salir un acuerdo de PP y PSOE», sino quedará supeditado «a Puigdemont y ERC», ha avisado.
En este sentido, ha recordado que el debate «urge» porque hay cuatro comunidades autónomas que está infrafinanciadas, entre ellas Castilla-La Mancha. Ha pedido al Gobierno central que «se retrate planteando un borrador inicial» sobre dicha cuestión, que actúe y ponga sobre la mesa que «va a haber un solo modelo» y que las singularidades estarán dentro y no fuera; es decir, en las necesidades y no por «la lengua ni la cultura».
También ha exigido a quienes tienen en mente la posibilidad de «nuevos cupos», como el vasco o el navarro, «que se quiten de la cabeza esa idea» porque el nuevo modelo de financiación que saldrá adelante será sin beneficios.
El líder del Ejecutivo castellanomanchego ha defendido un sistema progresivo de la financiación, en el que los que más tienen paguen más que los que menos tienen. Al igual que se reclama con impuestos a la banca o a las grandes fortunas.
quita de la deuda. El presidente de Castilla-La Mancha ha recordado que la deuda «no se evapora» sino que «cambia de manos» por parte de las autonomías al Estado. En este nuevo modelo de financiación, Page ha reclamado al Gobierno que tenga en cuenta a Andalucía, Murcia, Valencia y Castilla-La Mancha para tener un «trato favorable» y compensar los diez años de retraso del sistema de financiación.
De no cambiarse el modelo, el único que sale ganando es el Ministerio de Hacienda que «ingresará el doble» de lo que están ingresando las autonomías. Asimismo, Page ha avisado de que «la brecha» se está haciendo «cada día mayor» y que habrá que empezar a plantear una «financiación retrospectiva» con el dinero que tendría que haber llegado a dichas autonomías en estos años, pero que no ha sido entragado.
Emiliano García-Page ha concluido que la caja común de España no está en manos de ningún gobierno y que los presidentes autonómico, según ha presenciado en el encuentro, han mostrado disposición a llegar a acuerdos en cuanto a la condonación de la deuda para todas las autonomías.