El Albacete Balompié quiso sumarse ayer a la celebración de los Reyes Magos y abrió las puertas de la Ciudad Deportiva para que la afición pudiera presenciar el entrenamiento de la primera plantilla, algo que no es nada habitual en el equipo de Rubén Albés, que se ejercita siempre a puerta cerrada.
Pero ayer era un día especial y desde el club no quisieron olvidarse de sus seguidores, sobre todo de los más pequeños. A pesar de la lluvia centenares de seguidores acudieron a la llamada del club, que además había preparado una chocolatada para el público que se atreviera a desafíar el frío y la lluvia, presentes ayer en la sesión de trabajo de los blancos.
Tras un entrenamiento en el que los tres lesionados en proceso de recuperación: Álvaro Rodríguez, Samuel Shashoua y Lander Olaetxea, y en el que estuvo ausente el delantero Alberto Quiles, que sufre un virus, los jugadores no dudaron en acercarse a la grada que estaba poblada de aficionados, sobre todo niños, para firmar autógrafos, hacerse fotos e incluso regalar algún balón.
Después del entrenamiento, varios componentes de la plantilla del Albacete Balompié -Bernabé Barragán,DaniEscriche, Manu Fuster, Pedro Benito y Carlos Isaac, cumplieron con la tradición de visitar a los niños que están ingresados en el Hospital General Universitario.
Allí, la expedición del Alba repartió diversos regalos como camisetas, balones es y diversos objetos de mechandising del club en la planta de pediatría, donde, además, conversaron animadamente con los más pequeños y también se fotografiaron con los trabajadores del centro hospitalario, mostrando su lado más solidario en un día tan especial.