Dos goles casi de carambola sirvieron para poner el epílogo a la temporada en La Romareda, en un encuentro intrascendente, en el que ni el Albacete ni su rival tenían nada de valor en juego, más allá de poder alcanzar la decimotercera plaza, posición que finalmente ocupará el conjunto de Alberto González, ganador del triple empate en la tabla con el Cartagena y el propio Real Zaragoza. Un tanto de Francés en propia meta, que desvió un remate de Higinio cerca del minuto 90, sirvió para cerrar un marcador que había inaugurado el anfitrión con un tanto de Mouriño en un intento de despeje de Quiles.
Un remozado Albacete, con ocho novedades con respecto al equipo que jugó el pasado fin de semana ante el Mirandés, saltó a La Romareda, que decía adiós a la grada de Gol Sur por la remodelación que se realizará en el estadio, con la tranquilidad de tener los deberes hechos y con la intención de cerrar el curso con buenas sensaciones ante el adversario de la categoría con el mejor historial.
El primer sobresalto para la escuadra de Alberto González llegó en un balón colgado desde el sector izquierdo que Mollejo, completamente solo, no llegó a cabecear. Sí había conectado un testarazo débil Iván Azón en un saque de esquina servido por Maikel Mesa, un viejo conocido de la afición del cuadro manchego.
Más clara fue la siguiente opción del conjunto zaragocista, camino del minuto 20, cuando Mouriño se proyectó por el carril derecho hasta la línea de fondo. Su pase atrás lo remató de manera defectuosa Maikel Mesa cuando estaba en una situación favorable para empalar el cuero. Altube, poco después, tuvo que intervenir para evitar que un cabezazo de Iván Azón acabara en la red.
Antes de llegar al ecuador del primer acto, el Albacete se dejó ver por primera vez pisando el área de Edgar Badía con peligro. Un centro de Juanma desde la zona izquierda no lo logró engatillar correctamente Olaetxea. La jugada finalizó con un remate desviado de Quiles.
Pacheco, en el vértice más adelantado del rombo del cuadro albacetense en el centro del campo, era la referencia para dar sentido a las transiciones de un Alba al que, a pesar de no sufrir, le costó recuperar la pelota en zonas adelantadas.
oportunidades. Un centro aéreo de Fran Gámez al que no llegó Altube tampoco lo alcanzó Iván Azón con la cabeza tras superar la pelota al meta madrileño. Sí llegó a conectar el remate cinco minutos después Mollejo, cuyo testarazo, en otro envío de Fran Gámez desde la izquierda, se marchó fuera.
El colofón a la primera parte fue la lesión del delantero local Iván Azón, al que Víctor Fernández relevó de cara a la segunda mitad con Sergi Enrich, autor del tanto que la semana pasada le había servido al Real Zaragoza para sellar la permanencia.
Maikel Mesa dio el primer aviso del segundo acto con un golpeo cruzado que se fue rozando el palo. Camino de la hora de juego, Mouriño remató fuera un saque de esquina que sirvió como antesala al 1-0, anotado por el propio Mouriño a la salida de otro córner. Lo remató en primera instancia Mollejo en el segundo palo. Djetei no logró alejar el peligro y Jaume impulsó el cuero en medio de un mar de piernas. En la falta de entendimiento entre Djetei y Quiles por despejar la pelota, un tenaz Mouriño la acabó mandando al fondo de las mallas para satisfacción del jugador uruguayo, que firmaba su primer gol con la camiseta de la escuadra blanquilla.
Con el Real Zaragoza gustándose y jaleado desde la grada, Liso pudo hacer un gol de muchos quilates. Sin embargo, tras controlar bien y girarse dentro del área, cruzó en exceso su disparo.
Alberto González trató de dar un golpe de timón al encuentro, que, marcador al margen, estaba decantado para el bando zaragocista. Ordenó un triple cambio y saltaron a la palestra Carlos Isaac, Fidel e Higinio en lugar del amonestado Álvaro Rodríguez, Olaetxea y Pacheco.
los frutos. Los relevos, con un Fidel muy participativo en el tramo final, no tardaron en dar fruto e Higinio empujó a la red, a placer, un balón servido por Jonathan Silva desde el flanco izquierdo. El tanto, sin embargo, no subió al marcador, cuando se habían disputado 74 minutos, al estar en posición adelantada por milímetros el atacante murciano a la hora de recibir el pase. Carlos Isaac, con un golpeo duro, no encontró la portería local y Edgar Badía, instantes después, tuvo que lucirse para impedir que un remate de Medina que volaba hacia la escuadra izquierda acabara en las mallas.
En el mejor momento del Albacete, Alberto González situó sobre el césped a Pedro Benito en lugar de Juanma, mientras que Víctor Fernández hacía debutar en la categoría de plata al canterano Juan Sebastián.
Aún quedaba margen para que Manu Fuster, jugador esencial en la escuadra albacetense en el último lustro, se despidiera sobre el terreno de juego. Con la presencia del futbolista valenciano en el césped llegó el tanto del empate en un robo de Higinio, ayudado por Pedro Benito, a Jaume. El disparo del propio jugador murciano encontró la complicidad de un golpeo en Francés que despistó a Edgar Badía y deparó el definitivo 1-1.