Renuevan la lucha contra los cactus invasores en Albacete

E.F
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Los trabajos tendrán una duración estimada de dos año y se llevarán a cabo en Hellín, Tobarra, Liétor, Chinchilla de Montearagón, Villa de Ves y Montealegre del Castillo

Una pareja de operarios fumiga dos cactus. - Foto: Ayto. de Orihuela

La Junta acaba de poner en marcha una nueva campaña de dos años de duración contra varias clases de cactus, especies invasoras muy agresivas que colonizan amplias zonas de la provincia de Albacete.

Así consta en el contrato que la empresa Aprovechamientos Forestales La Mancha, SL, acaba de firmar con la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad del Ejecutivo autonómico.

El contrato tiene 24 meses de duración y un importa total de 108.000 euros. Las actuaciones se desarrollarán en varios municipios, como son Hellín, Tobarra, Liétor, Chinchilla de Montearagón, Montealegre del Castillo y Villa de Ves.

Los cactus en cuestión son de dos especies, Cylindropuntia SP y Opuntia SP. El primer caso confirmado de una colonia de estos cactus se detectó en Tobarra, en 2009. Llegó a ocupar una superficie considerable, nada menos que seis hectáreas en las inmediaciones del Cerro del Calvario.

Muy pronto, estos cactus revelaron su peligrosidad, pues se dieron varios casos de animales domésticos, sobre todo perros, que quedaron atrapados por sus espinas y sufrieron por ello graves heridas. 

Al poco tiempo, la Administración regional valló toda la zona afectada y restringió el acceso. El problema es que esta planta, procedente de las áreas desérticas de Norteamérica, posee una gran resistencia y una alta capacidad de propagación.

Según los especialistas en estas especies invasoras, basta una espina prendida en el neumático de un coche para que los cactus arraiguen en una zona nueva. 

En 2013, se produjo un nuevo rebrote en nuevas zonas de Tobarra y en otras localidades de la misma comarca, como fue el caso de Hellín. Poco a poco, se extendió a otras zonas de la provincia de Albacete, como La Manchuela, La Mancha o la Sierra del Segura. 

Las tareas de retirada son especialmente arduas, ya que deben hacerse prácticamente a mano. Casa zona afectada debe vallarse de manera muy cuidadosa, y se debe vigilar en extremo que no salga ningún material.