En febrero de 2024 tenían que haber entrado en vigor las nuevas reglas del trasvase Tajo-Segura, pero van con un año de retraso y además no hay noticias ni siquiera de por dónde van a ir. "No entendemos que, cuando en los propios decretos el Gobierno se pone plazos, luego se incumplan", clama la portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, que le suma las continua sucesión de "sentencias que están avalando aprobar nuevas reglas de explotación y el establecimiento de los caudales ecológicos".
Ahí está el meollo, en los caudales ecológicos del Tajo, que aparecen recogidos en su plan de cuenca, pero que para que sean una realidad necesitan cambios en la gestión del trasvase. Esta semana hubo reunión del Consejo del Agua de la Demarcación del Tajo, donde estuvo presente Castilla-La Mancha. "Se manifestó la necesidad, urgencia, de aprobar esas nuevas reglas de explotación y el Ministerio dice que sí, que hay que hacerlo, pero no tenemos más noticia", lamenta. Padilla explica que para hacer esas modificaciones el Ministerio ha pedido una serie de informes técnicos. El Gobierno regional ha pedido ver "esos informes técnicos con los que el Ministerio ya cuenta".
Este retraso tiene sus consecuencias. "De momento en estos doce meses que lleva de retraso la entrada en vigor, se ha trasvasado un volumen de agua que no hubiera sido posible con las nuevas reglas de explotación", indica Padilla. Por eso cree que ya se habría conseguido aumentar el caudal. Asimismo, con las nuevas reglas "tampoco se hubiera podido aprobar los planes de sequía que las confederaciones hidrográficas del Júcar y Segura que establecen tirar del trasvase".