La Universidad Laboral es mucho más que un centro educativo. Dentro de sus aulas impulsan también una serie de actividades que enriquecen la experiencia vital del alumnado y con las que se promueve, entre otras cuestiones, la concienciación, la empatía con quienes más necesidades tienen, y la solidaridad. Con el nuevo equipo directivo de la UNI se planteó la posibilidad de abrir ese abanico de actividades y una de ellas fue la participación, a través de la ONG Mary's Meals, (que recibió el premio Princesa de Asturias de la Concordia en 2023), en el proyecto «para alimentar, durante todo este año, a los 216 niños matriculados en la escuela de educación primaria Chisumbu School, en Malawi».
Así lo explica el director del IES Universidad Laboral, Vicente Cuesta, que señala que se inició a finales del año pasado y que «antes de que acabe éste se ha conseguido el objetivo que nos habíamos propuesto para alcanzar en dos años». De hecho, hasta la fecha se han recaudado, a través de las distintas donaciones, 4.868 euros, cuando la cuantía fijada como reto era de 4.752 euros. «Ha habido una respuesta muy buena, estamos muy contentos con el resultado», expone Cuesta, que resalta, además, que se logra «un doble objetivo» porque, la condición de este proyecto para que los niños puedan acudir al comedor escolar, es que vayan a la escuela, que estén escolarizados, algo que es «muy positivo», ya que el 45,9% de los niños en edad escolar en este país africano abandonan la escuela, según la ONG.
Con este apadrinamiento, o patrocinio solidario, la UNI ha logrado el objetivo con un centro educativo ubicado en Malawi, el primero de los 17 países en los que en la actualidad desarrolla su labor de cooperación Mary's Meals.
Varias vías. Al tiempo que se contribuye a estos objetivos para los niños de esta comunidad africana, desde la UNI dieron el paso porque también para ellos implicaba un enriquecimiento del alumnado. Con este proyecto se avanza en «el fomento de la solidaridad con otros niños que carecen de lo elemental» y se incide, entre el alumnado, en «la importancia de la educación para su futuro laboral».
La cantidad a conseguir «nos parecía importante al principio», pero gracias a la respuesta «de profesores, personal del centro, alumnos y padres» se ha conseguido el objetivo en apenas medio año. Se ha logrado no solo con las donaciones a título individual o colectivo, sino con el dinero que se ha obtenido de un buen número de iniciativas que han programado.
Entre ellas, como cita el director del centro, la venta de un calendario de bolsillo «al precio simbólico de un euro», la chocolatada que se hizo el Jueves Lardero o un mercadillo solidario «con objetos realizados por los talleres de textil o de hostelería». Incluso, la cifra puede aumentar porque hay que incluir la recaudación de un concierto previsto para finales de curso en las instalaciones del centro.