Neurocirugía opera una media de 150 tumores cerebrales al año

Teresa Roldán
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El grueso de los pacientes con la patología, tanto en su forma benigna como en la maligna, tiene edades comprendidas entre quinta, sexta y séptima década de la vida

Profesionales del Servicio de Neurocirugía durante una intervención de un tumor cerebral. - Foto: Sescam

Cada año se diagnostican en España más de 5.000 nuevos casos de tumores cerebrales, que suponen aproximadamente el dos por ciento de todos los cánceres diagnosticados en adultos y el 15% de los diagnosticados en niños, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), con motivo de la celebración hoy del Día Mundial de  los Tumores Cerebrales.

Este tipo de tumores, que aglutinan hasta 120 en el sistema nervioso, presenta un pico de incidencia en la edad pediátrica, pero también un aumento progresivo con la edad en adultos, hasta alcanzar su máximo de incidencia con la sexta y sétima década de la vida. Se estima que en todo el territorio nacional hay 20.000 personas que padecen algún tipo de tumor, tanto primario como metastásico.

Los profesionales del Servicio de Neurocirugía de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete, a cuyo frente se encuentra el doctor Juan Campos, son los que se ocupan de realizar las complejas operaciones del cerebro, tanto si se trata de tumores malignos como si son benignos. Tanto es así, que este Servicio, puntero en la comunidad autónoma, opera cada día más casos de tumores cerebrales.

En concreto, son tres las intervenciones quirúrgicas de tumores cerebrales que se realizan a la semana en los quirófanos del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, una cifra que no deja de crecer, ya que no sólo se atienden los pacientes del área sanitaria de la provincia de Albacete, sino que también son derivados a este Servicio los casos del área de Cuenca, y algunos de la zona de Ciudad Real. Al margen del aumento de la incidencia de tumores cerebrales por el envejecimiento de la población, la causa principal de que hayan aumentado este tipo de cirugías en lo que a la GAIde Albacete respecta es por la derivación cada vez mayor de pacientes al centro hospitalario albacetense como área de referencia para estas complejas intervenciones quirúrgicas.

El doctor Juan Campos aseguró que «los tumores malignos no tienen demora, los pacientes ingresan para la realización del correspondiente estudio y a la semana siguiente o a lo sumo 15 días después son intervenidos de la lesión», aunque aclaró que «es cierto que hay tumores benignos de larga evolución que los vemos en la consulta de Neurocirugía y que tienen una demora de varios meses para la cirugía, siempre que no haya ningún cambio en el pronóstico que determine adelantar la cirugía», apuntó el jefe de Neurocirugía de la GAI de Albacete.

Afortunadamente, tal y como expuso el doctor Campos, en un hospital como el de Albacete, apenas se producen casos de tumores cerebrales en la edad infantil, entre dos y tres al año se diagnostican, siendo el grueso de los pacientes que debutan con esta patología, tanto en su forma benigna como maligna, de edades comprendidas entre los 50 y los 70 años.

Signos de alerta. Sobre los síntomas de alarma de este grupo de patologías, el doctor Campos aclaró que dependerá mucho de la localización y del tipo de tumor en concreto. «Algunos tumores benignos, como los más frecuentes, entre los que se encuentran el meningioma (cuya incidencia es de ocho casos por 100.000 habitantes), así como el adenoma hipofisiario, cuya localización más frecuente son las meninges, dan la cara cuando ya tienen un tamaño suficiente que comprime una parte del cerebro y puede ocasionar trastornos del movimiento o del habla, o afecta a la visión».

De hecho, la cirugía es el único tratamiento disponible en la actualidad para abordar los tumores cerebrales benignos, ya que a diferencia de los malignos, «éstos no se pueden tratar ni con quimioterapia ni con radioterapia localizada», dijo el neurocirujano de la GAI albacetense.

En el caso de los tumores malignos hay más herramientas terapéuticas para su abordaje, aunque en el caso de los cánceres primarios del cerebro más agresivos, como el gioblastoma multiforme, una enfermedad que a día de hoy no tiene cura, «pero donde la cirugía se convierte en el mejor aliado para aumentar la supervivencia de esos pacientes, ya que pese a que con la operación podemos eliminar hasta incluso la totalidad de la masa tumoral, y que después esos pacientes reciben ciclos quimioterapia y radioterapia, el tumor desgraciadamente vuelve a aparecer», apuntó el doctor Juan Campos.

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