La Sección Segunda de la Audiencia Provincial acogió ayer el juicio contra un hombre que se enfrenta a 11 años y 11 meses de prisión por agredir sexualmente a la que fuera su pareja y amenazarla, en la localidad de Hellín, unos hechos que negó.
El procesado F.J.F.C., señaló que la denunciante se marchó de casa, quedando él al cuidado del hijo común de ambos. En este sentido, comentó que era posible que hubiera llamado «guarra» en alguna ocasión, porque «me preocupaba por mi hijo y tenía mucha rabia».
Sin embargo, negó haber agredido sexualmente a la madre de su hijo. «Nunca la he pegado, nunca la he tocado». Si dijo que en una ocasión vio a su expareja con unos pantalones cortos y tenía moratones en los muslos y que le preguntó qué le había pasado y ella le dijo que se había golpeado. Además, afirmó que una amiga suya le había advertido de que su exmujer lo iba a denunciar por violación para que lo metieran preso y ella pudiera quedarse con el niño.
Tras la aportación por parte de la abogada de la defensa de un documento, que mostraba que el acusado tenía la custodia del menor en febrero de 2022, antes de la denuncia por violación, el procesado corroboró que existía dicho convenio. También comentó que la denunciante le dijo que iba a quitar la denuncia contra él, algo que hizo, aunque el procedimiento siguió adelante.
La denunciante. A continuación testificó la denunciante, que manifestó su interés en no declarar contra el procesado, algo a lo que se negó la fiscal, puesto que cuando se produjeron los hechos ya no era pareja del procesado y que recordó que ya había declarado en instrucción. Tras deliberar, el Tribunal decidió que la denunciante debía declarar.
En dicha declaración, la mujer manifestó que fue pareja del acusado durante 18 años y que decidió dejar la casa porque tenía problemas con él, «estábamos todo el tiempo discutiendo». Por eso en mayo de 2021 se fue a vivir con una amiga, momento en el que empezó a tener problemas para ver a su hijo, porque su el acusado no le dejaba. Además la llamaba por teléfono para insultarla. «Me decía que era una puta, que estaba con otros hombres».
En la Semana Santa de 2022 pidieron a su hijo en el colegio que llevara una túnica, por lo que su madre le compró una y acudió a la casa de su expareja para entregársela. Una vez que el niño se fue a su habitación, el acusado agarró a la denunciante y se inició un forcejeo, hasta que el procesado la tiró al suelo, según señaló la testigo. En ese momento, le bajó el pantalón y las bragas y trató de penetrarla con los dedos. «Él quería tener una relación sexual y yo no, me tiró al piso (al suelo) e intentó meterme los dedos en la vagina, no los llegó a introducir porque llamé a mi hijo y vino». La denunciante aprovechó la llegada del niño para huir de la vivienda.
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