La DANA que arrasó Valencia y algunos pueblos de la región como Letur y Mira, también dejó mucha agua en afluentes del Tajo como el río Gallo, cuya crecida fue notable a la altura de Molina de Aragón. Toda el agua caída sobre todo el martes 29 de octubre fue fluyendo aguas abajo hasta llegar a las presas de Entrepeñas y Buendía, donde han aumentado las reservas. Son dos pantanos clave para la cuenca del Tajo, pues de ellos parte el trasvase al Segura. En pocos días han pasado de 1.029 hectómetros cúbicos a rozar los 1.100. En una semana se trata de un incremento de 69 hectómetros cúbicos. Superan el 43 por ciento de su capacidad.
Lo ha notado más el embalse de Entrepeñas, que ha pasado de 505 hectómetros cúbicos el mismo día 29 de octubre a los 556,8 que acumulaba el pasado viernes. Son 51 hectómetros cúbicos más en semana y media. En el caso de Buendía ha pasado de 524 hectómetros cúbicos a 541,6, un aumento de 17 hectómetros cúbicos.
De esta forma la cabecera del Tajo se ha recuperado del descenso de volumen de agua que llevaba arrastrando desde el verano por la escasez de precipitaciones en esta estación y también por la sucesión de trasvases que se han ido aprobando. El problema es que esta 'recarga' se irá también por el acueducto del Tajo-Segura. Solo con las derivaciones aprobadas para este mes de noviembre y para el siguiente, el de diciembre, van a salir 54 hectómetros cúbicos con dirección al Levante. Otra cuestión es si se van a mandar ya o si se quedarán pendientes para enviar más adelante, pues en esta época del año se acostumbra a cerrar el canal para hacer reparaciones y mantenimiento
Fue el mes pasado cuando se aprobó un triple trasvase para el trimestre que comprende octubre, noviembre y diciembre, con una cuantía de 27 hectómetros cúbicos al mes, que es lo que permite la normativa del Tajo-Segura. En total suman 81.
Precisamente la semana pasada la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, volvió a quejarse por la tardanza del Ministerio de Transición Ecológica para presentar las nuevas reglas del trasvase, que se llevan esperando desde febrero. Se tienen que acomodar a los nuevos requisitos de caudales ecológicos. «Aunque ahora parezca que con estas lluvias que hemos tenido la situación ha mejorado en las cuencas afectadas por la DANA, lo cierto es que esa agua es difícil de sostenerla y además tiene una carga contaminante muy alta y va a ser inútil para mejorar los recursos hídricos a nivel general de Castilla-La Mancha y Valencia», avisa.
Según el avance del informe meteorológico de la Aemet respecto al mes de octubre en Castilla-La Mancha, de media cayeron 119,3 litros por metro cuadrado, lo que supone duplicar el valor normal para este mes. Se trata del segundo registro más húmedo para un mes de octubre en 64 años.