Aquel 31 de enero de 2020 nadie podía imaginar lo que estaba a punto de pasar. Ese día, del que se cumplen cinco años, se confirmó en España el primer contagio por coronavirus en un turista alemán en la isla canaria de La Gomera. Se detectó en ese momento la presencia de un nuevo tipo de virus, el SARS-CoV-2, del que había informado justo un mes antes la ciudad china de Wuhan. Ese día llegaron a Madrid una veintena de españoles evacuados desde el considerado epicentro de la pandemia y fueron puestos en cuarentena en el hospital militar Gómez Ulla. En las jornadas posteriores aparecieron casos de infecciones respiratorias sospechosas, y empezaron a correr los bulos sobre la transmisión y el origen de la enfermedad.
En enero de hace cinco años nadie presagió que se aproximaba una época verdaderamente difícil, que llevaría al borde del colapso al sistema sanitario. El año 2020 fue el más duro, en el que primero reinó la incredulidad, que dio paso al miedo, y después al dolor.
El 26 de febrero se informó del primer contagio local, y una semana después, de la primera muerte. El 11 de marzo, la OMS declaró la pandemia mundial, tres días después de la polémica y multitudinaria manifestación por el Día de la Mujer en Madrid. Sanidad advirtió que los hospitales madrileños estaban «muy saturados» y empezaron las restricciones, que derivaron el 16 de marzo en el confinamiento tras la declaración del estado de alarma. En ese momento, se contabilizaban 6.000 positivos y 136 muertos. Lo que vino después sonaba a ciencia ficción: contactos estrechos, curva, pico, mascarilla, gel hidroalcohólico, antígenos, PCRs, ARN mensajero, variantes, inmunidad de rebaño, rastreadores, desescalada, toques de queda, restricciones, brotes y rebrotes, la nueva normalidad... Términos que se colaron en la vida diaria de una sociedad azotada por la pandemia. Cuando parecía que lo peor había pasado, llegó el verano y la segunda ola que puso otra vez al sistema al borde del colapso y volvieron a imponerse las restricciones en un nuevo estado de alarma. Pero la Navidad trajo consigo la vacuna de la esperanza. El 27 de diciembre Araceli Hidalgo, a sus 97 años, fue la primera española en recibirla. Hasta ese día, en el país se habían contabilizado 1.928.265 casos positivos y 50.837 fallecidos.