Combatir el aislamiento y la soledad no deseada de las personas mayores o ciudadanos con discapacidad es el objetivo de la asociación En bici sin edad, cuya delegación albacetense comenzó a andar hace cuatro años de la mano de Óscar Garrido, su fundador y responsable, que explicó que todo comenzó con el cuidado de su abuelo materno, que vivió hasta los 90 en una aldea y se trasladó a la capital para pasar sus últimos años. «No salía a la calle, como ocurre con muchas personas mayores, que se desconectan de la sociedad y que muchas veces se sienten deprimidos, y con este proyecto se da alas y se fomenta el envejecimiento activo», explicó Garrido.

Ayer, En bici sin edad, junto a voluntarios de Telefónica y varios usuarios de las residencias del Paseo de la Cuba y San Vicente de Paúl realizaron un recorrido cultural acerca de la vida y obra del arquitecto albacetense Julio Carrilero, de quien se conmemora el 50 aniversario de su fallecimiento.

Dos de las hijas de Carrilero, Paloma y Mari Carmen, participaron en el paseo y, durante una de las paradas, tuvieron la oportunidad de trasladar a los participantes cómo era su padre y cuáles fueron sus proyectos. Paloma destacó que su padre demostró, desde siempre, su vena artística, y además «era un hombre muy generoso y familiar».

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