El Club Polideportivo Villarrobledo atraviesa por un momento muy delicado fruto de su mala situación económica que ha provocado una importante convulsión interna.
En las últimas semanas incluso se barajó la posibilidad de que el club fuera a parar a manos de un inversor extranjero. El empresario mexicano Fernando Chavero Urbina trasladó a los actuales dirigentes una propuesta para aliviar ese trance y apostar, según ha trascendido, por un modelo de gestión centrado en la cantera y la formación de jugadores, ya sean nacionales o procedentes de México.
El propio club también asegura en su página web que Chavero «también pretendía hacerse con la gestión del Municipal Nuestra Señora de la Caridad, buscando una cesión por parte del Ayuntamiento, haciéndose cargo de su mantenimiento, al tiempo que también pedía la cesión de suelo para construir una residencia de futbolistas».
Chavero ya es conocido por sus incursiones en el fútbol español durante los últimos años, tanto en el Águilas como en el Benidorm, de donde salió tras una controversia con la También llegó a un acuerdo con el Hércules para crear una academia a través de la sociedad mexicana Silver Soccer.
La junta directiva, encabezada por el presidente Ángel Pozo, rechazó la propuesta de Chavero y también la de otras personas relacionadas con el fútbol local, lo que se traduce en una gestión continuista.
El CP Villarrobledo acumula en este momento una deuda cercana a los 500.000 euros, una cifra nada despreciable para un club que compite en Tercera División. Una parte importante de la misma es con Alfonso de la Cruz, exvicepresidente y jugador del equipo hasta hace unos meses que salió del mismo por desavenencias con el entrenador. De la Cruz, junto con su hermano Bernardo, se hizo cargo de la entidad hasta la llegada de la nueva directiva, con la que confiaban resolver la cuestión de la deuda mantenida con él.
«Estoy confuso porque han desestimado la oferta de Chavero e incluso hay parte de la directiva que no ve bien que cobre», aseguró ayer De la Cruz a este diario, incidiendo en la contradicción que supone intentar construir un equipo para ascender con esa deuda acumulada mientras todavía se adeuda a los jugadores de esta temporada dos meses de salario, situación que ha denunciado a la AFE. «El club se encuentra bloqueado y los planteamientos son los de siempre, la solución es profesionalizarlo o convertirlo en SAD pero no quieren y tampoco pueden con la deuda. Si el presupuesto sigue por encima de los ingresos habrá siempre deuda, por eso es necesaria una empresa cuyo presupuesto lleva el aval de los directivos», indicó, para asegurar: «El inversor proponía acabar con la deuda en tres años y poner dinero de su bolsillo».
Además de esa deuda con Alfonso de la Cruz, el Villarrobledo también la mantiene con el actual presidente Ángel Pozo -que también puso dinero de su bolsillo-, la Seguridad Social, los proveedores y Hacienda, lo que supondría otros 300.000 euros.
Una opinión distinta manifiesta el actual mandatario. El propio Pozo confirmó ayer a este diario el rechazo de la oferta del mexicano por su falta de concreción. «Nos pasó una propuesta para ser presidente y quedarse con la gestión, llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento para una cesión y recuperar deuda», explicó. «Se trataba de intenciones, sin euros para pagar y hacer el equipo», aseguró, para precisar: «Se supone que con esa gestión que tenía in mente se recuperaría deuda en dos o tres años. Lo valoramos en la junta directiva y dijimos que no, que seguiremos como estamos intentando recuperar lo que se pueda y hacer un buen año».
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