Una pequeña parte de los afectados por la situación que atraviesa la clínica dental Amvires, que ha dejado a medias de sus tratamientos a más de un centenar de pacientes en la capital, según ha podido saber La Tribuna, han presentado hoy una denuncia ante la Comisaría de la Policía Nacional de Albacete por considerar que dicho centro sanitario «ha estado y está jugando con nuestra salud y nuestro dinero». Momento que aprovecharon para concentrarse con pancartas en señal de protesta por la difícil situación que están viviendo.
Los denunciantes insisten en que «la clínica no tiene futuro, puesto que la mayoría de sus trabajadores se han cogido la baja y el centro está totalmente desatendido, nuestras citas se aplazan constantemente y nuestros tratamientos no se realizan».
Los afectados por esta supuesta estafa consideran que este negocio no es viable y, por tanto, la clínica cerrará sus puertas, «con lo que no tenemos ninguna solución al respecto a nuestra situación». Todo ello a pesar, como confirmó este medio de comunicación, que los actuales propietarios de la clínica estuvieron esta semana reunidos con algunos de los damnificados y se comprometieron a darles servicio y continuar con sus tratamientos interrumpidos.
Los denunciantes piden en la demanda presenta «una indemnización por daños morales y daños estéticos, ya que muchos de nosotros estamos pasando por un momento delicado debido al estado de nuestras bocas». Además, reclaman la indemnización del dinero invertido por los tratamientos que no se les han realizado a todos ellos, cuya cuantía conjunta sumaría una importante cantidad de dinero.
Al parecer, el actual empresario titular de la clínica Amvires tiene previsto, a partir de la semana próxima, retomar la actividad sanitaria de la clínica, que si bien sigue abierta, no está dando respuesta a los pacientes.