La línea del tren por Chinchilla suma una obra más

E.F
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El BOE publica la declaración de impacto ambiental del proyecto de una doble variable, en la línea convencional y en la de alta velocidad, para evitar el cruce sobre la Laguna de Salobrejo

El plano muestra el trazado actual y la doble variante propuesta. - Foto: Miteco

La línea ferroviaria por Chinchilla suma un nuevo proyecto que podría demorar su plena reapertura al tráfico de viajeros, de acuerdo a una resolución publicada esta misma semana en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

El pasado lunes, el BOE daba a conocer el contenido de la declaración de impacto ambiental del proyecto de una doble variante que se hará a la altura de la Laguna de Salobrejo, porque afectará tanto a la línea convencional como a la de Alta Velocidad.

La Laguna del Salobrejo se encuentra entre Chinchilla e Higueruela. Forma parte de la Zona de Especial Conservación (ZEC) Lagunas Saladas de Pétrola y Salobrejo y Complejo Lagunar de Corral Rubio.

Esta laguna endorreica está 'pegada', literalmente, a la línea del tren durante la mayor parte del año. Pero en las épocas de máximo encharcamiento, crece hasta llegar a los 500 metros de ancho y entones las vías no 'rozan' sus aguas, sino que las atraviesan.

En 2011, de hecho, el ente Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) anunció la construcción de una variante para evitar este problema. Mientras tanto, técnicos de la empresa pública Tragsa hicieron hasta hoy controles periódicos del nivel del agua.

Ahora, cuando el tráfico está parcialmente cortado, el proyecto se reactiva y el promotor, el Ministerio de Transportes, se plantea dos posibles alternativas para alejar los trenes de la masa de agua.

Para ser exactos, la primera alternativa quiere desplazar las plataformas ferroviarias 380 metros al sur, lo que añadirá siete kilómetros a la línea convencional del tren y siete kilómetros y medio a la línea de alta

velocidad.

La segunda, por su parte, aleja ambas líneas aún más, unos 470 metros, lo que implica añadir 8,9 kilómetros más a la línea convencional y 9,5 a la línea ferrovaria de alta velocidad.

En ambos casos, los trabajos se ejecutarían en los terrenos que hay entre las actuales líneas férreas y la autovía A-31, en un entorno fundamentalmente agrícola, de campos de labor de secano.

No obstante, la zona tiene algunos rasgos que añaden complejidad a la obra. En un espacio no muy grande, coinciden espacios naturales protegidos, yacimientos arqueológicos y cursos de agua.

Pese a ello, en la declaración de impacto ambiental se afirma que el proyecto es «viable» siempre que se respete una larga lista de medidas preventivas, correctoras y de supervisión.