La Sección Segunda de la Audiencia Provincial acogió ayer la segunda y última sesión del juicio contra dos hombres acusados de abusar sexualmente de la hija de su pareja, una madre que también se sienta en el banquillo por permitir que se realizaran esos delitos. En la vista, como era previsible, todos los procesados defendieron su inocencia.
El primero en declarar en la vista fue O.D.O., el primer novio de la madre, al que se acusa de haber realizado tocamientos en una ocasión a la menor, en sus partes íntimas, por encima de la ropa, cuando la niña tenía ocho o nueve años. «Nunca le he tocado sus partes íntimas, le hice cosquillas, ella lo interpretó mal. Soy inocente, no he hecho nada».
A continuación declaró el segundo novio de la madre, B.V.V., que negó haber abusado o agredido sexualmente a la menor en ningún momento. De hecho, afirmó que en los dos años que convivió con la menor, nunca se quedó a solas con ella en casa. Por tanto, negó haberse duchado con ella en repetidas ocasiones, realizarle tocamientos en sus partes íntimas mientras se masturbaba o exhibirse desnudo delante de ella o practicar sexo ante la menor. «Ella miente porque se llevaba muy mal con la madre, porque no quería estudiar, siempre quería estar en la calle y mentía mucho».
Además cuando la menor llamó a la Policía afirmando que el acusado estaba pegando a su madre y se le puso una orden de alejamiento, negó haber incumplido dicho alejamiento. También recordó que fue absuelto de esos supuestos malos tratos. «Fue un malentendido por una discusión de pareja».
Por su parte, la madre y también acusada R.R.R., dijo que estuvo presente cuando se produjeron los presuntos abusos de O.D.O. y dijo que sólo fueron cosquillas. Sobre el acusado B.V.V., corroboró su versión y dijo que nunca se quedaba a solas con la menor, porque ella llegaba del trabajo antes. También señaló que su hija nunca le dijo que B.V.V. hubiera abusado de ella.
Por otra parte, negó haber practicado sexo delante de su hija o con la puerta de la habitación abierta.
Sobre su hija señaló que psicológicamente tenía un desarrollo a nivel sexual que no era acorde a su edad, que «constantemente inventaba cosas», «siempre amenazaba con denunciarme, era de llanto fácil y reforzaba sus mentiras con el llanto».
En cuanto a la noche que discutió con la menor por un examen que tenía, ya que su hija era muy mala estudiante, aseguró que no la pegó y que le dijo «que me iba a enterar, que me iba a dar donde más me dolía y que me iba a destrozar la vida».
Conclusiones. En sus conclusiones, el fiscal retiró su petición de 11 años de cárcel para el acusado B.V.V., por agresión sexual con penetración, al considerar que no estaba probada, puesto que la denunciante, ya mayor de edad, no pudo precisar si le había introducido el dedo. Por tanto, solicitó para él una pena de siete años de prisión y multa de 7.920 euros, por un delito continuado de abuso sexual a menor, quebrantamiento de medida cautelar continuado y exhibicionismo continuado. Para R.R.R., madre de la denunciante, solicitaba siete años de cárcel y multa de 7.920 euros, pero finalmente sólo pidió la multa como coopedora necesaria del delito de abusos y un año por un delito de maltrato.
En cuanto al acusado O.D.O. mantuvo su petición de cuatro años y ocho meses de cárcel.
Por su parte, la letrada de la acusación particular, Cristina de los Ángeles García, si que mantuvo su petición inicial de pena, al considerar todos los delitos probados. por lo que solicitó para B.V.V. 18 años de prisión y multa de 7.920 euros por agresión sexual a menor con penetración, abuso sexual continuado a menor, exhibicionismo continuado y quebrantamiento de condena.
Para O.D.O. pidió cuatro años y ocho meses de prisión y para la madre un año de cárcel por incumplimiento de los deberes inherentes a la patria potestad.
Cuando la defensa pidió la libre absolución de los acusados el juicio quedó visto para sentencia.
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