Día 1 de la nueva era Maduro

SPC-Agencias
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El chavista arranca su tercer mandato en un país resignado a su poder y pese a las voces en contra

El clamor contra el régimen se ha extendido por distintas partes del mundo con protestas masivas. - Foto: EFE

Venezuela acaba de emprender una nueva etapa y, sin embargo, no hay sensación de comienzo en el país caribeño. Muchos habían confiado en que, un día después de la investidura en el Palacio de Miraflores tras las polémicas elecciones de julio, en las que tanto el oficialismo como los antichavistas se adjudicaron la victoria, por fin habría un soplo de aire fresco en la nación. Pero los vientos de cambio no han llegado a Caracas, al igual que tampoco lo hizo el opositor Edmundo González pese a que había prometido regresar a su país de origen para tomar posesión antes de que lo hiciera el de nuevo presidente Nicolás Maduro. 

El líder bolivariano se encargó de hacer lo posible para que nadie se interpusiera en su camino: más allá de contar con la inquebrantable lealtad del Ejército, también blindó sus fronteras con Colombia y Brasil y decidió adelantar la ceremonia de investidura para que todo saliese como tenía planeado.

Y así fue. Maduro fue erigido en presidente el pasado viernes pese a no haber presentado las actas que avalan su victoria, comenzando un tercer mandato que le permite perpetuarse en el poder, pero que le deja más solo que nunca. Prueba de ello, la ausencia de importantes líderes globales en su proclamación y la cascada de reacciones de buena parte de la comunidad internacional, que denuncia «falta de legitimidad demócratica».

Así lo señaló ayer el G7, que precisó que «rechaza la continua y represiva búsqueda del poder por parte de Maduro a expensas del pueblo venezolano, que votó por el cambio de manera pacífica y en gran número el 28 de julio de 2024, según observadores independientes y registros disponibles públicamente».

También el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, expresaron su «apoyo» a los ciudadanos, instando al chavista a retomar el diálogo con la oposición y a posibilitar el «regreso de la democracia y la estabilidad al país».

Más contundente fue el mandatario de Colombia, Gustavo Petro, al plantear la posibilidad de repetir los comicios como fórmula para superar la crisis política y en medio de las denuncias de fraude y «golpe de Estado» por parte de la oposición.

En ello volvió a incidir el propio Edmundo González, en un mensaje solemne a la nación transmitido por redes. «Maduro ha violentado la Constitución y la voluntad soberana de los venezolanos (...), consuma un golpe de Estado y se autoproclama dictador», sentenció.

El disidente, quien había emprendido una gira por América antes de su regreso a Venezuela, avanzó que, pese a no haber podido asistir el viernes a Caracas para jurar el cargo, «muy pronto» viajará a su país de origen. «Estoy muy cerca de Venezuela. En el momento propicio, haré valer los votos que representan la recuperación de nuestra democracia», resaltó.