Las Tablas entran en la UCI con solo 62 hectáreas encharcadas

ANA POBES
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El Parque Nacional de Daimiel vuelve a tener un estado delicado con solo el 3,58% del total inundado

Las Tablas entran en la UCI con solo 62 hectáreas encharcadas - Foto: Tomás Fernández de Moya

El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel (Ciudad Real) vuelve a entrar en la UCI. A pesar de las últimas lluvias, el humedal manchego solo tiene 62 hectáreas encharcadas, lo que supone un 3,58% del total inundable. La cifra es superior a la de hace tan solo un mes, cuando, según el informe de sequía de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), tenía 50 hectáreas con agua. Aún así la cifra es muy inferior si se compara a la situación que vivía el  este espacio protegido el pasado mes de mayo, época en la que el ecosistema ofrecía una imagen de salud con 623 hectáreas de las más 1.700 de superficie encharcable. 

Entre el pasado 20 de diciembre y el 15 de abril estuvieron activados los pozos de emergencia y, tras las lluvias del mes de marzo, se estuvo recibiendo aportación desde el río Gigüela. Pero la llegada del verano y la falta de precipitaciones en la zona han llevado a que el parque nacional empeore su situación. No es la primera vez que se han activado los sondeos. Lo han hecho en varias ocasiones desde el año 2020, la última vez en el mes de diciembre de 2023. 

El humedal también ha recibido aportaciones desde el Tajo mediante derivaciones excepcionales autorizadas por la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura (ATS) como ayuda puntual y urgente dentro del Programa de Recuperación Hídrica del Parque puesto en marcha por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) y con motivo de las pruebas previstas en las obras de reparación y puesta a punto de la infraestructura de la Tubería de la Llanura Manchega (1,2 hectómetros cúbicos).

Las Tablas entran en la UCI con solo 62 hectáreas encharcadasLas Tablas entran en la UCI con solo 62 hectáreas encharcadas - Foto: Tomás Fernández de MoyaAportaciones que no han sido suficientes, pues el parque nacional sigue teniendo sed. No llueve lo suficiente para solventar la situación crítica por la que atraviesa el humedal en los últimos años. 

Para su supervivencia, de no llegar intensas precipitaciones, solo hay dos alternativas: un trasvase desde los pantanos de cabecera del Tajo-Entrepeñas y Buendía o la utilización de los pozos de recarga. 

Ángel Bellón, presidente de la Masa Mancha Occidental I, donde está ubicado el Parque Nacional de Las Tablas, deja claro, en declaraciones a La Tribuna, que la política de los pozos de emergencia es un «parche» que no soluciona el problema, por lo que aboga por llevar a cabo infraestructuras y medidas efectivas hasta que se ponga en marcha la Tubería Manchega en su totalidad. Aunque  la solución definitiva, enfatiza, radica en la llegada de un ciclo de lluvia. Esa será la salvación para el espacio protegido y los acuíferos.  

Ante la situación de escasez de recursos hídricos por la que atraviesa este espacio natural, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha creó hace unos meses una comisión para avanzar en el marco de actuaciones del Plan de Recuperación del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel de cara a aportar medidas adicionales a las actuales, «desde el consenso y la sensatez».