Una caída a 11 kilometros de meta hizo a Taaramae perder su liderato. El belga Jasper Philipsen se impuso es un espectacular esprint y el francés Kenny Elissonde es el nuevo maillot rojo de la Vuelta a España. 

La quinta etapa de la Vuelta a España tuvo tres protagonistas. Oier Lazcano (Caja Rural-Seguros RGA) Xavier Mikel Azparren (Euskaltel-Euskadi) y Pelayo Sánchez (Burgos-BH) iniciaron una escapada nada más comenzar la etapa en Tarancón que estuvo a punto de comvertirse en épica. Sánchez se descolgó del trío tras 150 kilometros en solitario y después lo hizo Azparren. Lazkano aguantó hasta unos 16 kilometros de la meta, siendo absorbido por por la serpiemte multicolor tras casi 170 kilómetros de escapada. Los equipos invitados trataron de dar la sorpresa, pero los esprinters saben que estas son sus etapas y sus equipos tiraron al final para provocar la llegada masiva. 

La etapa de muchos nervios por el viento, pero que finalmente no sopló con la fuerza necesaria para provocar los temidos abanicos, se cortó por una caída masiva a 11 kilómetros de la meta. 

Muchos se vieron implicados, entre ellos el lider Rein Taaramae, otra vez presa de la mala suerte. No pudo conectar con el gran grupo, lanzado a por el esprint, y perdió el liderato, que ahora queda en manos del francés del Trek-Segafredo Kenny Elissonde. 

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