La Diócesis de Albacete conmemora su 75 aniversario y, para celebrarlo, ayer tuvo lugar una misa en la Catedral de San Juan Bautista, en la que estuvo presente el nuncio apostólico en España del Papa Francisco, monseñor Bernardito Auza, acompañado por el arzobispo metropolitano de Toledo, monseñor Francisco Cerro; el administrador diocesano Julián Ros, los diferentes sacerdotes de la provincia y otros representantes de la Diócesis, así como miembros de la Corporación municipal y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco.
En la eucarística, que también marca el inicio del curso pastoral, no faltó el recuerdo para las víctimas de las riadas, pues con esta celebración se unieron al dolor de toda la sociedad por las víctimas mortales, sus familias y los damnificados. Así lo manifestó Julián Ros, quien subrayó que «seguimos con el corazón encogido por las víctimas y los fallecidos». Dijo que el párroco de Letur no les podía acompañar ayer y recordó que la colecta de la misa irá a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de este municipio.
Cercanía. El nuncio en España también trasladó la «sensible cercanía del Santo Padre» para todos los afectados por la DANA, deseando el descanso eterno para los fallecidos y esperanza para los que sufren los daños. Aprovechó la homilía para destacar la labor de la Diócesis de Albacete, que supo «canalizar la ayuda necesaria», al tiempo que destacó la cercanía humana y espiritual, la misma que surge de Cáritas, que «ha sabido siempre distinguirse por la labor desempeñada».
Monseñor Bernardito Auza destacó que es importante recordar «la importancia de la caridad y el amor. La comunidad cristiana se distingue por ella». Añadió que «unidos en Cristo, que es nuestra cabeza, la iglesia es una gran familia de la que formamos parte» y «todos debemos sentirnos corresponsables de lo que en ella sucede». Y el 75 aniversario de la Diócesis «nos lleva a tomar conciencia de la pertenencia a la iglesia».
La Diócesis de Albacete conmemora el 2 de noviembre de 1949, fecha en la que el Papa Pío XII, mediante el documento conocido como la Bula Inter praecipua, erigió y dio origen a la Diócesis. Esta celebración continuará el próximo 13 de mayo, recordando el nombramiento del primer Obispo, monseñor Arturo Tabera y Araoz, y culminará el 3 de septiembre, cuando celebre la entrada del primer obispo en la Catedral.