El aumento de la presencia de trabajadores extranjeros en los próximos meses es habitual, según explicó Juan Zamora, secretario de Políticas Sociales e Inmigración de CCOO Albacete, quien detallaba que «las afiliaciones repuntan en coincidencia con las campañas agrícolas, que empezarán ahora con ajo, cebolla y patatas y terminan con la vendimia». «A partir de ahí, empieza a notarse un descenso porque ya se empiezan a campañas de otras zonas, como las de frutas de hueso», añadía, remarcando que «hay también un repunte también en la hostelería, porque empieza la temporada de tascas y después nuestra Feria. En ese sentido, se siguen cumpliendo los tópicos anuales: población latina en la hostelería y africana, en el campo».
Al respecto, lamentaba que la ciudad siga sin contar con una solución permanente para el alojamiento de los trabajadores eventuales agrarios. «Aunque se vuelve a habilitar el seminario, con 50 camas, y otras 20 en el centro de personas sin hogar, esos recursos se quedan cortos porque la población migrante crece en torno a un 300% con respecto a la que vive durante todo el año», indicó, añadiendo que «tenemos noticias de que el Ayuntamiento quiere empezar las obras de un nuevo centro, junto a la central de taxis, con algo más de 100 plazas y para que sea estable, pero de momento y tristemente la realidad de esos trabajadores sigue siendo muy dura, como puede verse en los asentamientos, con condiciones infrahumanas».
Más allá de esos alojamientos, preguntado por los principales problemas que afrontan estas personas, afirmó que «son las dificultades para conseguir una estancia oficial, gente que lleva muchos aquí sigue en situación irregular y no puede conseguir los papeles porque no han estado dados de alta y tienen miedo a denunciar porque creen que los van a echar si lo hacen». Además, incidía en la dificultad del acceso a la vivienda, «incluso con contratos fijos, no consiguen alquiler por los miedos que tiene el arrendador», y la integración con la sociedad. «Hay mucho reparo, aunque esta gente lo que viene es a trabajar y normalmente en las profesiones más duras, en las que no quiere estar el autóctono. Por ejemplo, en el cuidado de nuestros mayores, los dejamos en sus manos, pero luego no les facilitamos las cosas», señaló.
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