De entre los genios que desafían la lógica, Mohamed Salah es de los más rebeldes: a sus 32 años y con todo ganado, camina hacia la temporada más espectacular de su carrera. Y hacia la más extraña, teniendo en cuenta que todavía no ha renovado con el Liverpool y que Anfield pide ya con tanta fuerza su continuidad como entona el You'll never walk alone antes de los partidos.
No es normal encontrarse a un futbolista de su edad y condición firmando exhibiciones con la periodicidad del egipcio. No en la élite. No liderando todas las tablas individuales y colectivas como la Premier League y la Liga de Campeones. 'Mo' es el líder y el motor de un equipo que según todos los analistas iba a echar mucho de menos a Jurgen Klopp. Sin embargo, Arne Slot ha pulsado las teclas correctas desde el primer momento… y ha encontrado la mejor versión de un Salah en 'modo Balón de Oro' para comandar la Liga con ocho puntos de ventaja sobre el Forest y ser el único equipo con el pleno de victorias (seis de seis) en la Champions.
En Inglaterra, los 'reds' han marcado 45 tantos (los que más del campeonato) y el 'once' ha estado involucrado en el 66,6 por ciento de ellos: suma 17 goles y 13 asistencias. Esas 30 participaciones directas le convierten en el atacante más decisivo de cualquiera de las cinco grandes Ligas: Marmoush (Eintracht) se queda en 'solo' 20 (13+7), Kane (Bayern) en 19 (14+5), Lewandowski (16+2) y Palmer (12+6) en 18, Raphinha en 17 (11+6)…
81 asistencias
En su último encuentro ante el West Ham (0-5), el egipcio reivindicó su papel de mejor futbolista del mundo en la actualidad con una nueva diana y dos asistencias más. Con ellos entró en el 'top 10' de los jugadores con más pases de gol en la historia de la Premier (81), superando los 80 de David Beckham y entrando en un club selecto que comanda Ryan Giggs (161), en el que De Bruyne (114) y el español Cesc Fábregas (111) completan el podio, y donde figuran ilustres como Rooney (103), Lampard (102), Bergkamp (94), David Silva (93), Gerrard (92) o Milner (89).
No obstante, teniendo en cuenta la producción y el número de encuentros disputados, el 0,29 (asistencias por partido) de Salah le coloca más arriba en la tabla, ya que Giggs disputó nada menos que 632 duelos de Premier y su ratio fue de 0,25. Con el mismo promedio que Bergkamp (0.29), solo Silva (0,30 en 309 partidos), Cesc (0,32 en 350) y Kevin De Bruyne (0,42 en 272) superan al futbolista del Liverpool.
Aún estamos en diciembre y el 'Faraón' ya ha batido el récord de más partidos con gol y asistencia en una sola edición de la Premier League. Lo ha conseguido en ocho de los 18 encuentros disputados (aún le queda uno para terminar la primera vuelta, contra su vecino' el Everton, aplazado por mal tiempo en su momento), superando el récord que, con siete, compartían Bruno Fernandes (con el Manchester United en la 20/21), Harry Kane (con el Tottenham en la misma campaña), Robbie Van Persie (con el Arsenal en la 11/12), Thierry Henry (también con el Arsenal en la 02/03) y Alan Shearer (con el Blackburn Rovers en la 94/95).
Desde esta temporada, es el cuarto goleador histórico del Liverpool (acumula 231 tantos en apenas ocho cursos), pero con la diana ante el West Ham y las dos que suma en la presente Champions League ya ha logrado algo que ni Ian Rush (346 goles como 'red'), Roger Hunt (285) o Gordon Hodgson (241) consiguieron: llegar a los 20 goles durante ocho temporadas consecutivas. Desde que aterrizó procedente de la Roma en verano de 2017, ha apuntado en su libreta 44, 27, 23, 31, 31, 30, 25 y los 20 de esta 24/25, en la que reivindica su continuidad en rojo con más fuerza que nunca.
No es de extrañar que la afición del Liverpool se impaciente con los mensajes que ha lanzado el egipcio sobre su renovación en las últimas fechas. Nada más terminar su último partido eligió una respuesta muy concisa («No, estamos lejos de eso») a una pregunta igualmente directa («¿Buenas noticias sobre tu renovación?»). Termina contrato en junio y aunque The Mirror publicaba que firmará una ampliación de dos temporadas más (hasta junio de 2027), ni el club ni el futbolista hacen un gesto definitivo que tranquilice a Anfield en una temporada muy especial para todos.