Riki Rodríguez analizó este jueves la temporada de un Albacete que logró la permanencia en un trepidante final tras la llegada al banquillo de Alberto González.

El centrocampista reconocía que «han sido semanas duras porque mentalmente ya veníamos lastrados de todo el año. Hemos conseguido un objetivo que hace cuatro o cinco semanas era impensable. Alberto nos ordenó atrás y desde ese orden defensivo, poco a poco, conforme íbamos ganando partidos construíamos con balón y fuimos cogiendo confianza».

Reconoció Riki que hubo momentos en los que veía la salvación en peligro. «Siempre te entran dudas, sobre todo cuando los resultados no acompañan, pero al final tienes que salir a jugar sin ser consciente de la situación en la que estás porque de otra forma es imposible hacerlo. Lo importante es que al final se ha conseguido y estamos todos contentos».

Conseguida la permanencia, la noticia de la semana es la marcha de Manu Fuster, algo que el asturiano cree que se ha ganado a pulso. «Lleva mucho tiempo aquí y el nivel que está dando está por encima del equipo u del de la categoría y se lo merece. Todo lo bueno que le pase nos va a alegrar y yo como amigo suyo, más».

Sobre su temporada, Riki comentó que «ha sido dura a nivel mental, el año pasado fue muy bonito, se generan unas expectativas que después te pueden lastrar, pero estoy contento porque de 40 partidos llevo jugados 38».

El gran final de campaña del equipo le permitió lograr cinco victorias seguidas, algo que el mediocentro cree que es «historia, porque hemos conseguido algo muy bonito que hace semanas era impensable y tiene mucho mérito porque en el fútbol se valoran cosas con el tiempo, como el playoff del año pasado y a estas cinco victorias conforme pasen los meses le daremos más valor porque entenderemos la dificultad que tiene».

Para Riki la victoria en Elda fue clave «porque era la segunda consecutiva y además fuera de casa y fue muy importante».

Sobre cómo ha celebrado la permanencia, el futbolista ovetense aseveró que «más que celebrarlo ha sido una liberación muy grande, lo hemos pasado muy mal porque las expectativas que se habían generado eran muy altas».

El pasado lunes cumplió 100 partidos oficiales con el Albacete, algo que le hace estar «muy contento porque cuando llegué no me esperaba vivir ese ascenso en Riazor, el año pasado el playoff. Renové y este año hemos conseguido una permanencia que parecía imposible. Son experiencias muy bonitas y espero vivir muchas más».