El Gobierno de Castilla-La Mancha destina más de 268.000 euros a la consolidación del yacimiento de Ercávica, ubicado en la localidad de Cañaveruelas, de la provincia de Cuenca.
En concreto, la actuación se basa en la recuperación de los elementos derrumbados a partir de la documentación gráfica obtenida en las excavaciones del yacimiento; y en la consolidación y fijación de restos de enlucidos de yeso conservados in situ, mediante el uso de morteros de inyección y consolidantes polivinilos, acrílicos o derivados del silicato de etilo, previa prueba.
También, se basa en la consolidación de las fábricas de mampostería mediante el uso de morteros de cal y arena; en la reposición de elementos estructurales deteriorados; y en la reposición de las hiladas de sacrificio en aquellas zonas donde se hayan perdido, afectando a los muros originales.
El consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor, recuerda que ésta es una de las 21 obras que se están acometiendo en yacimientos arqueológicos de toda la región, por un importe estimado de 5,7 millones de euros.
Ercávica es el nombre de una antigua ciudad romana, con la categoría de municipio, que se encuentra en Cañaveruelas, localidad cercana al embalse de Buendía, en la provincia de Cuenca.
La primera mención histórica de la ciudad se sitúa en el contexto de la conquista romana de Hispania, cuando, tras ser asediada por el pretor de la Hispania Citerior, Tiberio Sempronio Graco, en el año 179 a.C., y comprobar la suerte que habían corrido las comunidades próximas, vencidas por los romanos, los ercavicenses se rindieron.
La Ercávica romana es una ciudad fundada ex novo, en la que se evidencian con nitidez sus rasgos romanos, al estar dotada de un trazado urbano regular, en el que sus calles adoptan una disposición ortogonal, y contar con los edificios públicos y privados propios de una urbe romana. Se desconoce cuándo se efectuó la fundación de la ciudad romana de Ercávica, si bien puede adscribirse al siglo I a.C., pues los restos materiales recuperados, atribuibles a la fase más antigua de la ciudad, corresponden al siglo I a.C.
La ciudad gozará de un estatuto privilegiado en el contexto de las comunidades conquistadas por Roma: el derecho latino antiguo, como confirma Plinio al calificar a los ercavicenses de latini veteres, privilegio que probablemente debieron de disfrutar desde fecha temprana, con anterioridad al momento en el que se otorgó a Ercávica el estatuto de municipio, que a todas luces se produjo con Augusto.
La etapa de plenitud de la ciudad, coincidente con la etapa alto imperial, da paso a un período de paulatino declive, en el que Ercávica no escapa a los procesos de cambio y crisis en los que se ven inmersas las ciudades del Imperio romano.
De este modo, aunque la ciudad debió de mantener su pujanza durante el siglo III d.C. y sus instituciones permanecieron activas, probablemente durante el siglo IV d.C. se precipitó el ocaso de la ciudad en una irrefrenable recesión. Con el progresivo menoscabo de su economía y de su sociedad, Ercávica queda abocada a un paulatino despoblamiento, que desembocaría en su abandono a lo largo del siglo V d.C.