El fin de la temporada taurina coincide con el momento para que aquellos coletudos que, como Samuel Navalón, descartan hacer la cada vez más devaluada campaña americana, participen en actos sociales de peñas y agrupaciones de aficionados. Es el caso del ya matador de toros, que se muestra «muy orgulloso y encantado», de acumular estas reuniones. De modo que, salvo poco probable cambio de fecha, ya se ha comprometido con la que mantendrá el próximo 15 de noviembre con el Aula Taurina Dámaso González, perteneciente a la programación de la Casa de Castilla-La Mancha de Madrid. Para sus dos responsables, los críticos y ensayistas Ángel Arranz y Juan Gómez, se trata de «una más que interesante» cita que tras los éxitos durante todo el año del espada nacido en Ayora pero vinculadísimo a Albacete y su Escuela de Tauromaquia adquiere mayor relieve y actualidad.
Ya surgió la posibilidad de hacer este tipo de coloquios cuando en el mes de julio se pidieron ideas para los actos del último trimestre del año y primero del próximo a los habituales asistentes al Aula, una cita mensual que ha adquirido gran prestigio tras su inauguración hace un par de años y ser bautizada con el nombre del legendario rey del temple, con la pertinente autorización de su familia. «Por supuesto, dando prioridad a los profesionales de la región que más puedan interesar, y también a los de la Comunidad de Madrid», significa Arranz, quien añade que ya entonces surgió como posibilidad contar con Navalón después de su llamativo paso por la Feria de San Isidro.
De hecho, su importante actuación en el abono más decisorio y decisivo de la tauromaquia, le valió en principio para optar al premio del Aula, al que también se bautizó como Dámaso González. Y, después de las votaciones, a adjudicárselo, como se publicó en nota de prensa a todos los medios taurinos de alcance nacional y a los regionales generalistas, al entonces novillero, que lógicamente fue el primero en saberlo.
En los contactos con él entonces se decidió aguardar a que concluyera la temporada para hacérselo llegar de la forma que se acordara después. Y tras nuevas conversaciones tras su exitosa alternativa en Albacete, donde cortó dos orejas y salió a hombros, y en su confirmación en Las Ventas, con otra oreja de peso, se plasmó la idea de que fuera él quien iniciara la serie de coloquios. Aprovechando su visita para hacerle llegar el citado galardón, que en la temporada anterior fue a parar al magnífico subalterno toledano Fernando Sánchez, siempre destacadísimo con sus banderillas y al que se va a invitar también para que asista al coloquio.
Otro Fernando Sánchez, el presidente de la Casa de Castilla La Mancha -con el nombre de José por delante-, quiere destacar que para la entidad es un lujo dar la importancia que tiene la tauromaquia dentro de la cultura española, «no sólo sin ningún complejo por ello en esto momentos en que sufre tanto ataques externos, sino presumiendo de tal cuestión». De ahí que tras unos años en que estas citas taurinas -sin un nombre determinado, aunque sí unas pocas veces también otorgaban premios-no tenían regularidad en su celebración, decidió sumarlas a la serie de Aulas ya clásicas en los programas de la Casa.
La pureza de la Fiesta. «Máxime cuando me consta que la filosofía de sus dos directores, y de sus asistentes habituales, es la de luchar por la integridad y pureza de la Fiesta» como agrega quien será el encargado de entregarle personalmente el premio al matador.
Además del título de ámbito regional, esta reunión de noviembre será aprovechada para que Navalón reciba también otro premio. En este caso el que el grupo de la diáspora provincial en la capital española -con sede conjunta en la Casa como el resto de agrupaciones de las otras cuatro provincias autonómicas- concede al mejor toreo de capote en la Feria de Albacete, y que igualmente está bautizado con otro nombre de histórico coletudo albacetense, el de Pedrés.
Siendo la primera vez que un mismo torero se adjudica los títulos regionales y albacetenses, como precisa Carlos García, el vocal taurino del grupo, añadiendo que en el galardón «al cada vez más perdido toreo con el percal», no hubo dudas a la hora de las votaciones en las que se impuso por unanimidad Navalón. Este directivo fue el que, una vez concluido el abono de la Feria de la Virgen de los Llanos, se lo dijo al coletudo, quedando pendiente entonces la fecha en que se llevaría la tradicional ceremonia de entrega.
También a la misma, además de la placa del Aula Taurina, se le hará entrega del correspondiente a la Feria de Albacete, en un breve anticipo al coloquio. A la cita asistirán Teresa Jareño, la viuda de Pedrés, y el hijo de ambos, el ganadero responsable de la divisa que fundó el coletudo. Como sucede desde que el matador falleció son ambos los que le dan el premio al vencedor del mismo.