Antonio Francisco García Massó es natural de Albacete, aunque está muy ligado a Pozo Lorente, ingresó en la Academia General del Aire en el año 1991, con la 47 Promoción y salió como teniente en 1996, momento en el que se incorporó a su primer destino en el Ala 14 albacetense, una Unidad en la que permaneció hasta 2007. Durante esos años hizo de todo, entre otras cosas fue piloto, instructor de vuelo y probador de vuelo. Del Ala 14 se marchó a Madrid, como ayudante del JEMA (Jefe del Estado Mayor del Aire), donde permaneció un año. En 2008 regresó a Albacete como comandante, donde estuvo otros cuatro años, como jefe del 141 Escuadrón. De nuevo dejó  Albacete para regresar a Madrid, en esta ocasión al Estado Mayor del Aire a la División de Operaciones, donde estuvo cuatro años de analista. Después se convirtió en el consejero técnico del Jemad (Jefe del Estado Mayor de la Defensa), donde estuvo dos años. En 2018 regresó a Albacete, aunque en esta ocasión al Programa de Liderazgo Táctico (TLP), donde estuvo cuatro años y medio, como instructor de vuelo. Su siguiente destino fue en la Dirección General de Armamento, donde estuvo de jefe de programa de satélite, de observación de la tierra y del espacio, donde estuvo ocho meses, ya que el 10 de julio tomó posesión como nuevo coronel jefe de la Base Aérea de Cuatro Vientos en Madrid.

¿Siempre tuvo claro que quería ser militar? 

La vocación de militar me vino en el bachiller, me gustaba la Guardia Civil y el Ejército del Aire y finalmente puse el Ejército del Aire, podría haber sido oficial de la Guardia Civil también, cogí la vocación por el Aire. Además tuve la suerte de acabar bien la Academia y terminar con la aptitud de caza y ataque y poder venirme aquí a la tierra a Albacete y siendo de Albacete, he podido pasar casi toda mi vida en mi tierra. 

Aunque luego fue vocacional, podemos decir que entró en el Ejército del Aire y del Espacio casi por casualidad. 

Sí, porque inicialmente iba más enfocado a guardia civil, hice dos años de oposición, aprobé al segundo y el primer año puse primero la Guardia Civil y me quedé a cinco plazas de entrar a la Guardia Civil. El segundo año reconsideré la cosa y puse primero el Ejército del Aire y del Espacio y saqué buena nota y pude entrar. 

¿Tuvo que ver su decisión con la larga relación existente entre Albacete y el Ejército del Aire y del Espacio? 

Influyó mucho, influyó bastante, además en esa época ya era novio de la que es mi mujer y ella es de Casas de Juan Núñez y tiraba para casa. 

¿Qué significa para usted pertenecer al Ejército del Aire y del Espacio? 

Es un orgullo y conforme lo vas conociendo, cada vez te vas involucrando más. La verdad es que es un orgullo pertenecer al Ejército del Aire y poder defender a España desde ahí. Aunque tengo que decir que he estado en varios destinos conjuntos con los otros Ejércitos y por eso también valoro la función que hacen ellos, aunque siempre tienes el orgullo de pertenecer al Ejército del Aire, que nosotros lo consideramos lo más bonito, sobre todo volar.

A lo largo de su carrera profesional ha estado en varios destinos en Albacete, tanto en el Ala 14, como en el TLP, ¿qué puede decir de la Base Aérea de Albacete? 

La Base Aérea de Albacete es de las más importantes de España, está encargada de la misión fundamental del Ejército del Aire y del Espacio, que es la de defender nuestro espacio aéreo y nuestra integridad territorial y la verdad es que es una Base excepcional. Ahora que soy el jefe de Cuatro Vientos digo que la de Albacete es la segunda mejor Base Aérea de España, pero antes siempre decía que era la primera y he tenido siempre muchísima relación con la Base de Albacete.