La Cueva de la Vieja como Monumento alcanza su centenario

E.F./ I.M.
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Hace ya un siglo, el yacimiento de Alpera obtuvo la protección del Estado junto a una veintena de localizaciones similares, entre ellas la conocida Cueva de Altamira

Imagen de archivo de la Cueva de la Vieja. - Foto: Rubén Serrallé

Hace 100 años, la Gaceta de Madrid, hoy Boletín Oficial del Estado,  publicó una Real Orden por la que Su Majestad el Rey Don Alfonso XIII declaraba «Monumentos Arquitectónico-Artísticos» un total de 24  cuevas y abrigos «con pinturas y grabados rupestres».

La lista comienza con «la Cueva de Altamira, en Santillana del Mar, Santander». Pero más abajo, en el puesto número 20, se menciona «la Cueva de la Vieja o el Venado, en Alpera, Albacete» que, por aquel entonces, ya era célebre entre el público y la comunidad científica.

Esta publicación en la Gaceta de Madrid del año 1924 fue la culminación de una historia que había comenzado en 1910, cuando Daniel Serrano le contó a su hermano  Pascual, que era maestro en Bonete, lo que había visto en un abrigo rocoso cerca de Alpera.

Durante una salida al campo para cazar con su hijo, Daniel se encontró una oquedad donde se apreciaban unas figuras. Cuando Pascual, apasionado de la historia y la arqueología, se acercó al lugar, se dio cuenta casi de inmediato de su importancia.

La oquedad estaba al norte de Alpera, a cinco kilómetros hacia el norte. Allí está el monte llamado El Bosque y, en su ladera, se ve el abrigo de roca caliza, de nueve metros de apertura por cuatro y medio de alto y cinco de profundidad.

En su interior, hay un friso de 10 metros de largo, en el que hay varias figuras pintadas «de cabras, ciervos y toros, escenas de caza y luchas hunanas y dos figuras femeninas con pelo corto y largas faldas, en color  rojo y oscuro».

Ésta fue de la descripción de las pinturas de la Cueva cuando se incluyeron en el Catálogo de Monumentos Histórico-Artísticos. Llama la atención que no se mencione a  su figura más conocida, la del varón conocido como Gran Chamán.

Pero no nos adelantemos. La primera comunicación al mundo del hallazgo la dió el diario El Defensor de Albacete, el 29 de mayo de 1911. Pero, entretanto, el maestro de Bonete no había estado ocioso pues tenía un muy buen contacto en las altas esferas del país.

Hoy por hoy visitar la Cueva de la Vieja pasa obligatoriamente por su reserva llamando al teléfono 623229456 o al fijo del Ayuntamiento de Alpera al 967/ 330001 para que te den día y hora para ver un abrigo que, según Ana María García, de Turismo del Ayuntamiento, merece la pena ir a verlo. Y merece la pena, comenta, no sólo por la calidad de sus pictografías y por su historia sino también porque es el abrigo en el que mejor se puede entender la evolución humana en un periodo de 10.000 años, no en vano, este abrigo fue un santuario en su día por el cual pasaron miles de personas que dejaron su huella pintando convirtiéndolo en uno de los yacimientos arqueológicos más relevantes del arco mediterráneo. 

 La Cueva de la Vieja está abierta a las visitas todo el año y todos los días de la semana, incluidos los sábados y los domingos, y siempre son por la mañana. El número de visitantes que entren juntos dependerá de si son todos adultos o, por contra, hay menores en el grupo, y dado que no está limitando el número de visitantes, en el supuesto de que no se pueda llevar a cabo la visita en un turno se harán dos, puntualiza Ana María García.

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