Fernando Jáuregui

TRIBUNA LIBRE

Fernando Jáuregui

Escritor y periodista. Analista político


Esta vez, más huida que nunca

13/04/2025

Todos los años miramos al mismo tiempo las previsiones meteorológicas, como si no hubiese más cosas en los periódicos o en los telediarios. Todos los años desde la Dirección General de Tráfico nos hablan del desplazamiento de millones de coches (seis, siete, nueve...) por las carreteras españolas, en busca de unos granos de arena de playa, de algo de campo, de la casa en el pueblo de los padres. La gran huida de Semana Santa, este año, me parece, más huida que nunca. Jamás había visto tanto deseo de aparcar los problemas, las tensiones y aprensiones.
Porque este no está siendo un año cualquiera, como es evidente. Comenzó con la toma de posesión del 'trumpismo', con tensiones en la política y la economía internas, con desavenencias sin cuento entre nuestras fuerzas partidarias y ya ve usted cómo sigue: con más 'trumpismo' iguales desavenencias y la vieja bronca nacional en su apogeo. De acuerdo, necesitamos respirar un poco, cambiar de paisajes, comer en otros restaurantes (siempre llenos), llegar a la posada rural (todas abarrotadas), al hotel de playa (ídem). Y me alegro, claro que sí, de que tanta gente pueda hacerlo, eso de escapar unos días, digo. Los turistas españoles llenan los destinos más apetecibles, las clínicas de vacunación de enfermedades exóticas se colapsan ante viajes exóticos, encontrar una mesa en un local es tarea heroica. El país, te dirán (te dicen) va muy bien económicamente y, al menos en una primera apariencia, es así; mañana, Dios dirá...
El cronista no debe serlo de las buenas noticias: no estamos para esa tarea, más bien de publicistas o propagandistas. Estamos*, más bien, para recordar que el pan y circo' es a veces, casi siempre, engañoso. Y que muchos hitos históricos, no precisamente positivos estuvieron precedidos, nos lo recordaban cronistas de, por ejemplo, 1898, por la fiesta y la jarana permanentes. Y claro que el cronista no ha de ser un aguafiestas: seré el primero, a mediados de la semana que entra (antes no puede ser), en tomar carretera y manta. Simplemente digo que, al regreso, el dinosaurio de Monterroso seguirá ahí, con su horrible pelo naranja, y que estará acompañado de otros dinosauritos, extranjeros y nacionales, con diferentes pelajes y pelambreras.
Muy en serio, creo que hay que reseñar que España parece a veces un país poco o nada consciente, comenzando por nuestros representantes, de lo que está en juego en el mundo. Y también aquí, en suelo patrio, por tanto. Tengo algunos colegas que denuncian que siempre estamos pensando en el aperitivo, en a dónde vamos a comer o a pasar el fin de semana. Algunos podrían hablar de país algo alienado, y sé perfectamente que estos días de la Gran Huida no son los más oportunos para recordarlo, pero qué quiere usted: es la reflexión que me suscitan las caravanas de coches que desfilan hacia las costas o las montañas. O la visión de las colas de pasajeros en estaciones y aeropuertos. No es lo malo escapar: lo malo es no haber planificado soluciones para no encontrarnos con lo mismo al regreso.