Tuvo Manuel Caballero un primer novillo del hierro titular, de Hermanos Sánchez Herrero, muy feo de hechuras, cuesta arriba, de nombre Tornillero, con 496 kilos, que no se entregó en ningún momento de la lidia, con nobleza, pero siempre a media altura, con la cara por el palillo, pero al que el albacetense entendió muy bien. Lo picó bien Agustín Moreno en los dos encuentros que tuvo con el caballo y fue complicado de banderillear, pues tiraba la cara arriba, aunque fue lidiado con suavidad por Candelas, al que costó fijar para dejar en suerte en cada par, ya que el novillo tendía a irse suelto. Caballero lo templó durante toda la faena, consiguiendo ligar una faena de buena compostura, con tandas sin que le tocase la muleta, aunque la falta de entrega le restó emoción al trasteo, que en las primeras tandas resultó jaleada por el tendido. El animal fue dejando de embestir con codicia y el público se enfrió. Un pinchazo antes de la estocada, dejó el resultado el algunas palmas tras el arrastre. Buen concepto y sobre todo firmeza y solvencia en el reencuentro con la afición madrileña.
El que hizo quinto, de mejores hechuras en el tipo de Aldeanueva, tampoco le dio opciones. Manso de salida, sin querer entregarse en los capotes, arreaba cuando tenía al enemigo cerca, como hizo también en el caballo, acudiendo tres veces solo apretó en el primer encuentro, con genio, y esperó en banderillas, debiendo llegarle mucho. Con estos mimbres, el cesto resultaba complicado, aunque Caballero llegó a enjaretarle varias tandas por el pitón derecho a base de llevarlo muy templado, pitón por donde el novillo llegó a entregarse en algunas tandas, muy ligadas. Por el zurdo le faltó recorrido y cuando pasaba, reponía pronto y además, en ocasiones hacía hilo, por lo que no llegó a acoplarse. Volvió al derecho y todavía pudo cuajarle un par de tandas, pero faltándole al animal la transmisión para que llegara con fuerza al tendido. Una estocada trasera y descabello, fue el epílogo de una faena que se resolvió con silencio por parte del tendido.
Abrió plaza Álvaro de Chinchón que se presentaba en Las Ventas y de primero tuvo a un sobrero veragüeño de Aurelio Hernando, sin opciones que embistió destartalado, sin fijeza y con mal aire, matándolo de estocada atravesada que asomaba y descabello, matando en cuarto lugar un novillo del hierro titular con escaso recorrido y sin mucha fuerza, por lo que la faena transcurrió sin pena ni gloria, sin que le hiciese caso el tendido y en ocasiones, protestado por los más intransigentes.
El gaditano Miguel Andrades conectó fácil con el tendido ya de salida con el capote, con un toreo bullidor y valiente. En la muleta fue cogido aparatosamente sin consecuencias y antes banderilleó con mucha solvencia, pero con la mano derecha logró cuajarlo con tandas muy mandonas y por abajo. Dos estocadas caídas le hicieron recoger una ovación. Con el que cerró plaza, también fue cogido en banderillas, sin aparentes consecuencias, llegando a la muleta con genio, apostando fuerte y jugándosela con un novillo que no regaló las embestidas, dando una vuelta al ruedo.