El Albacete consiguió hace algunas jornadas quedarse a las puertas de la salvación matemática, pero los últimos resultados han impedido que pueda celebrar algo que está tan a tiro de piedra que se puede conseguir hoy en Palamós si se logra vencer al Llagostera.
El problema es que enfrente estará el equipo revelación del campeonato, que mediada la primera vuelta estaba en la cola de la tabla con muchos problemas y que ahora lucha por meterse en la promoción de ascenso tras una espectacular racha de 15 jornadas sin perder. Cuando se acumulan los resultados del mismo signo, en este caso sin derrotas, se suele decir que cada vez se está más cerca de que llegue esa derrota, por una cuestión puramente estadística.
Y ahí intentará el Albacete conseguir esos puntos que le faltan para asegurar de forma definitiva su condición de equipo de Segunda División, algo que además podría tener hoy su solución en lo económico en la Audiencia Provincial, con una resolución sobre el proceso de liquidación que, en caso de no revertirse, hacía inviable su continuidad en la Liga de Fútbol Profesional, como así ha advertido en diversas ocasiones su presidente Javier Tebas.
Para ganar, Luis César hará algún cambio de jugadores y, lo más novedoso, también cambiará el sistema, ya que todo hace indicar que jugará con un 1-4-4-2 en el que estarán juntos Rubén Cruz y César Díaz en la punta de ataque. El centro del campo quedará para Edu Ramos y Portu, con lo que se quedarán en el banquillo tanto Diego Benito y Mario Ortiz, habituales en el anterior sistema. Keko y Samu seguirán en las bandas y en la defensa entrará Carlos Moreno por el sancionado Antoñito, con el resto de habituales, Gonzalo, Miguel Núñez, Paredes y Dorronsoro en la portería.
GOLES. Uno de los detalles de las últimas jornadas es que el equipo ha vuelto a encajar demasiados goles, siempre en momentos importantes como el arranque de los partidos y en los minutos finales. Los del principio, algo que ocurrió frente al Osasuna, Zaragoza y Alavés, hace al equipo tener que ir a remolque y es muy complicado remontar, sobre todo viendo el gran número de ocasiones que habitualmente desperdicia el conjunto manchego.
Quizás por ahí viene el cambio de sistema que realizará el entrenador, para dotar de mayor presencia en el área rival o dar más equilibrio entre líneas. El caso es que tras dos derrotas consecutivas el Albacete necesita puntuar frente al Llagostera para tener la oportunidad de celebrar el domingo frente al Mallorca la permanencia matemática.
Enfrente habrá un rival que ha sorprendido. Su caso es similar al del Albacete, pues su mal inicio y su condición de recién ascendido lo hacía candidato a estar en el descenso, pero igual e incluso mejor que los manchegos resurgieron con la vuelta de Oriol Alsina al banquillo, junto con Lluís Carrillo, y su trayectoria en la segunda vuelta ha sido espectacular.
Para estar en play off tienen que ganar hoy al Albacete y el problema será las numerosas bajas que acumula, importantes en el caso de Querol, uno de los hombres más utilizados, o Aimar y Tito, los tres por sanción. También tienen algún lesionado.
La moral la tienen alta, pues tras acumular varios empates consecutivos el triunfo en el Toralín frente a la Ponferradina, con gol del albaceteño Alberto Perea, han revivido sus esperanzas de luchar por la sexta plaza en estas cuatro jornadas que restan.