Dedicarse a la medicina es vocacional, pero también, en algunos casos, tiene mucho que ver con la herencia familiar, con el ADN, sobre todo, si has nacido en una familia donde tu padre y tu madre se dedican a esa bonita profesión que es curar y cuidar de la gente, bien porque son médicos o porque son enfermeros. Es por este último motivo que existen familias en las que ser médico es una constante en diferentes generaciones.
Este es el caso de Almudena y Pedro Tárraga, hijos de Pedro Tárraga, médico de Familia y coordinador médico del centro de salud Zona 5A, además de presidente de la Real Academia deMedicina de Castilla-La Mancha y profesor asociado de la asignatura de Medicina de Familia y Comunitaria de la Facultad de Medicina, que han decidido seguir la tradición familiar en este caso de su padre y hacer el MIRen Medicina de Familia, una especialidad que siempre ha estado entre sus primeras opciones para hacer la etapa de formación sanitaria especializada.
Y es que en el caso de estos dos jóvenes la Medicina de Familia la han vivido desde la cuna. Desde que eran pequeños y acudían a visitar a su padre al consultorio o al centro de salud han visto lo que supone ser un médico en el primer nivel asistencial, incluso en el medio rural, donde ejercer esta profesión se convierte hoy en día en una gran hazaña. La cercanía y el seguimiento del paciente durante todo su proceso vital de vida son dos cualidades de esta especialidad que la hacen más atractiva para Almudena y Pedro, también para todos los jóvenes médicos salidos como estos dos doctores de la Facultad de Medicina deAlbacete que este año en su totalidad han decidido quedarse en la capital y la provincia para hacer su etapa MIRen Medicina de Familia, agotando en los primeros días la elección de especialidad, a diferencia de lo sucedido en otros lugares del territorio nacional donde han quedado plazas vacantes.
Mientras Pedro Tárraga se ha marchado al hospital alicantino de San Juan para realizar su etapa de médico residente, que comenzó precisamente esta semana, Almudena Tárraga se queda en el pueblo de su padre, en la GAI de Almansa, donde ya trabaja como enfermera su hermana mayor.
Al haber estudiado la carrera en Albacete Pedro tenía claro que quería marcharse fuera para hacer el MIR y la elección de Alicante es porque coincide con una compañera que ha empezado Urología. Una etapa que afronta con responsabilidad y respeto por enfrentarse al paciente.
Afirma Pedro Tárraga que «durante la carrera se visualiza poco la especialidad de Medicina de Familia y las prácticas son escasas, tenemos apenas dos semanas, una en quinto y otra en sexto (que es obligatoria), por eso mucha gente no la conoce».
En su caso reconoce que tuvo la suerte de rotar como asignatura optativa por un centro de salud en Carcelén, «y allí ví otro tipo de medicina, algo que me hizo tener clara mi especialidad».
Almudena Tárraga a diferencia de su hermano ha comenzado su formación con una mochila de conocimiento a las espaldas, que le ha dado el estar trabajando dos años como parte de uno de los equipos de valoración de la Dependencia en el Centro Base sin especialidad claro está. Ha sido este año cuando sacó plaza para su especialización. «Aunque mi trabajo ha sido más de peritaje, pero en algunos momentos se ha parecido a una consulta de Primaria», agregó.
Almudena tenía una segunda opción, Medicina Forense, porque al igual que su hermano en sexto curso rotó tanto por Forense como por Familia y eso hizo que la balanza se inclinara hacia la opción del primer nivel asistencial.
«Cuando terminé la carrera me puse a trabajar, yo lo tenía claro y me preparé el MIR mientras trabajaba, porque me cansé de estar estudiando, y enseguida busqué trabajo y me puse a trabajar», indicó Almudena, que dijo que «trabajar me ha dado mucha satisfacción».
Ambos aseguran que la elección de Medicina de Familia también obedece a que «tiene muchas salidas profesionales, es una especialidad muy completa», porque puedes optar por muchos servicios, como 112, Paliativos, Urgencias, además de Atención Primaria.
Para el padre de Almudena y Pedro que sus hijos sigan la tradición familiar y hagan Medicina de Familia «me ha hecho mucha ilusión», y si bien les anima a aprovechar al máximo esta etapa, afirma que son ya conocedores de la especialidad, «la han vivido desde pequeños, saben como es la consulta, incluso Almudena ha vivido la medicina rural en mi etapa que ejercí en Casas de Ves».