Los premios Quijote del Toreo, presentados por Francisco Javier Martínez García, director de La Tribuna de Albacete y Sofía del Prado, presentadora, se  otorgaron ayer a El Juli, los familiares de Daniel Ruiz, Pepe Osuna, Mariano de la Viña, Superalba-Grupo Conaco, Rafael Sánchez Zapaterito de Santa Quiteria.

El Juli dijo a La Tribuna de Albacete, momentos antes de entrar al Casino Primitivo, que «estoy muy contento de que me hayan reconocido, porque esto a los toreros fuera de la plaza nos alimenta mucho», y agregó que «en la última corrida en la Feria de Albacete fue también preciosa, porque la gente estaba muy receptiva y gracias a Dios que los toros embistieron».

Ya con el premio Quijote del Toreo en la mano, el diestro madrileño, que ha cortado a lo largo de su trayectoria cerca de 3.000 orejas en más de 1.871 corridas de toros, apuntó que «los toreros nos sacrificamos mucho y lógicamente que nos reconozcan nuestro trabajo es muy agradable y me encuentro muy feliz y más estando en una tierra muy querida para mí, porque la afición tiene un equilibrio extraordinario entre la exigencia y la sabiduría y el torerismo, el saber disfrutar del buen toreo», y agregó que «para mí es un día especial, porque me encuentro galardonado con gente que para mí es importante, me acuerdo de Mariano de la Viña  y en la cabeza mía está Daniel Ruiz que para mí ha sido como un padre, he tenido una relación muy estrecha, me ha dado a conocer esta tierra. Es un personaje único al que todos echamos de menos, yo especialmente, y se lo dedico el premio a él». Como decía el vídeo conmemorativo:«A los 10 años se puso delante de un novillo y fue su padre el que le transmitió los valores del toreo. Con 16 años tomó la alternativa y desde entonces estuvo en la cima del toreo para despedirse en La Maestranza de Sevilla se vistió de luces el 1 de octubre por última vez y a los aficionados nos ha dejado huérfanos de su mando, su poder y su torería».  Por otro lado, los familiares de Daniel Ruiz Yagüe, un hombre que se dedicó en cuerpo y alma y forjó una ganadería que ya se convirtió en leyenda, recibieron el Premio Quijote del Toreo por su «pasión por la tauromaquia», dijo que:«Hoy es un día bastante especial para la familia Ruiz, estar en Albacete es lo más grande que nos puede pasar, nos sentimos muy orgullosos por este premio y muchas gracias. Hoy este premio lo tenía que haber recibido mi padre, pero la vida de vez en cuando te da estos golpes, en Albacete, la plaza que nos ha quitado el sueño, donde mi padre nos contaba que cuando era pequeño su sueño era lidiar la novillada con los Caballos de San Juan, empezando por toda la Sierra de Albacete, era un hombre con una capacidad de trabajo y una lucha incansable. Nos ha dejado una ganadería muy buena. Alicia y yo tenemos el reto de seguir con ella. Creo que si la ganadería actualmente está donde está gracias a la pasión, al sueño y a la locura de mi padre, también no se me ocurre olvidar que si hoy es mejor que hace 25 años es gracias a mi padre y a una persona fundamental en nuestra vida como es El Juli».

Por último, Pepe Osuna recibió el premio por constancia; Mariano de la Viña, por su sacrificio y profesionalidad, Superalba-Grupo Conaco, por la iniciativa solidaria, mientras que a Zapaterito se le otorgó el premio por ser el paradigma de aficionado con la tauromaquia.