Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional en España, presentó en Librería Herso su tercer poemario, Agosto 2045. Manual de instrucciones para seguir vivo eternamente. El autor comentó aLa Tribuna de Albacete las singularidades es esta obra.
¿Por qué Agosto 2045?
Agosto es el mes donde creo que siempre ocurren las circunstancias más extraordinarias de mi vida, tanto positivas como negativas y no sé ya si me ocurren o creo que me ocurren, también empecé a escribir este libro en agosto. Creo que sí ha sido tan decisivo en mi vida, puede ser tan decisivo al final de mi vida.
Esteban Beltrán con miembros de Amnistía Internacional en Albacete. - Foto: Rubén SerralléEntonces, muchas circunstancias decisivas.
Hay muchas, una vez que asumo que ese mes es clave en mi vida, encuentro muchas cosas, claro. En agosto fui desvirgado, murió una persona muy importante para mí, empecé a escribir hace muchos años y aprendía a nadar. También en agosto conocí a Julie Christie. Luego, 2024, porque es un lugar que no está ni en el presente ni en el futuro. Espero llegar en condiciones y me permitirá ver qué ha pasado con mi hija, con mi nieta, y ver si el mundo hacia donde vamos es el que imagino. Está previsto también que haya varios avances en relación con la vejez, que en realidad el objetivo del libro, el deseo vivir.
Su anterior poemario salió en 2018, La jodida intensidad de vivir, ¿muy diferente?
Ese tiene que ver con un momento que ocurrió en agosto de total relación personal amorosa que me dejó en un estado lamentable. Es un poemario de análisis, de duda, de lucha, pero muy duro. Este poemario es diferente, aquí hay cuento, ensayo, juego con el lector. Agosto 2045 es un libro sobre el deseo de vivir, pero con juegos. Qué rastro dejas y por qué importa dejar rastros. Luego también hay toda una reflexión sobre la inmortalidad, estando vivo, y hay un poema sobre los telómeros, creo que el único dedicado a algo de la ciencia en España en mucho tiempo.
¿Qué temas aborda?
Todo está relacionado con el deseo de vivir, pero hay temas como el suicidio, enfocado con cierta ironía. Luego hay otra parte que tiene que ver con mi familia. El origen del libro está al final del libro, pero no lo puedo desvelar, un caso muy especial que descubro en Madrid, también un agosto de 2019.
Las vivencias personales, su trabajo en Amnistía Internacional, ¿se cuela también en el poemario?
Todo es ficción y todo es realidad y uno no sabe muy bien qué es ficción y qué es realidad. Es verdad que las cosas se van juntando y hay aspectos del poemario que claramente lo reflejan. Hay un poema que habla de los verdugos. A mí me molesta que se recuerde a los verdugos, pero no se recuerda a los que lucharon contra los verdugos. A quién se recuerda del nazismo es a Hitler, y qué se recuerda de la gente que lucha contra Putin, al mismo Putin. Entonces, que no se recuerde a Netanyahu y no a los gazatíes. Es lo que llamo yo verdugos pletóricos, que se recuerdan junto a los verdugos mínimos, que obedecen a verdugos pletóricos. Luego hay un poema que se refiere a los objetos, me impresiona mucho cuando la gente fue fusilada en España en cunetas, mucha gente llevaba objetos, se despidió del mundo con su pluma, con su cartera y eso ha permanecido y es lo que devuelve a la vida a esas personas, las historias.
¿Le gusta utilizar alguna medida en su poesía?
El método que uso es el de la intuición y el trabajo. La poesía tiene esa cosa maravillosa que es la intuición, lo mágico. La magia es en realidad trabajo y lectura, pero es importante la magia, las imágenes poderosas que te trasladan a lugares inexplorados, no escritos. Eso es lo que hace la poesía y, de manera más formal, es un verso libre, en este caso cortos, en general. Yo te voy guiando, como todos los escritores, soy un gran manipulador y te voy llevando por donde quiero que vayas, pero puedes seguir tu propio camino. Está lleno de pies de páginas. Dejo páginas en blanco para que los lectores puedan escribir sus cosas. Lo que se necesita en este caso es un lector, una lectora, que guste de jugar, de ahí la complicidad con el lector.