Castilla-La Mancha es este 2024 Región Europea del Deporte. En La Tribuna queremos contribuir también con nuestro granito de arena a la conmemoración de este año y por eso hemos contactado con una treintena de castellanomanchegos vinculados con el deporte para que nos cuenten desde dentro cómo es su mundo y qué lecciones podemos sacar de su experiencia. A lo largo de este mes de junio podrán leer cada día los testimonios de deportistas de élite, de los que están empezando y de los que acaban de dejarlo, de quienes han sido olímpicos o paralímpicos y de quienes lo serán en solo unas semanas en París, de quienes son entrenadores, directores deportivos, guías o incluso seleccionadores.
«La alta competición supone un estrés físico y psicológico muy grande»
Hace solo unos meses José Herrada estaba subiendo el Tourmalet o el Angliru en su última Vuelta a España. La de 2023 fue la temporada de cierre de carrera de este ciclista de Mota del Cuervo, buen gregario y corredor peligroso en la escapada, un prototipo del ciclista español que sabe sufrir en las vueltas de tres semanas y se crece cuando se suben los puertos. Ahora ha colgado la bicicleta, pero no se ha desvinculado de su deporte. «De momento lo llevo bien», confiesa, «la alta competición no la echo de menos, suponía estrés físico y psicológico muy grande». Cuenta que ahora está casi todo el tiempo en Mota del Cuervo, «ayudando a escuelas deportivas» y también colabora con un equipo junior.
Reconoce que cuando se compite a nivel profesional surgen muchas dudas, sobre todo cuando se reflexiona cuándo toca parar. «Cuando te pasan cosas buenas parece que merece la pena todo, pero cuando pasas momentos malos, echas la vista atrás y te preguntas si merecía tanto la pena», apunta. Las lesiones suelen marcar los momentos más complicados para estos deportistas. En el caso de José Herrada recuerda las fracturas de clavícula que ha padecido en 2015 o 2019
Al igual que su hermano Jesús Herrada, también ciclista, José fue un niño que practicó varios deportes. «El deporte lo llevo desde siempre dentro de mí, desde que ya era un niño», explica, «me gustaba tanto el ciclismo como otros deportes, como el fútbol, como a la mayoría de niños, o el tenis». Cuenta que se decantó por el ciclismo porque era el deporte que más le gustaba y en el que consiguió desarrollar una carrera profesional. Arrancó en 2006, con una primera victoria en la temporada siguiente en el Tour del Porvenir. Con el equipo Caja Rural ganó una etapa de la Vuelta a Portugal y después militó en el Movistar y el Cofidis.
Destaca que el compañerismo es uno de los gran valores que da el ciclismo. Reconoce que es un deporte excepcional porque «solo uno consigue la victoria», pero el trabajo se hace en equipo.
Herrada cree que falta más apoyo para el deporte base porque precisan muchas horas de dedicación. Recuerda que antes «había muchas pruebas deportivas a nivel de Castilla-La Mancha». Reconoce que «esto funcionaba a través de la ayuda de la gente que dedicaba su tiempo, su fin de semana, por amor al arte». Señala que ahora, «en la sociedad que nos movemos cada uno piensa un poco más en sí mismo».