Page avisa que la reforma no puede partir del acuerdo con ERC

Leticia Ortiz
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El presidente castellanomanchego le recuerda a Sánchez que la riqueza de España «es de todos» y que el cambio en el reparto autonómico se debe hacer con consenso

Page avisa que la reforma no puede partir del acuerdo con ERC - Foto: Juan Lazaro

Aunque la reunión entre el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, con el líder del Gobierno central, Pedro Sánchez, no iba a esconder ninguna «sorpresa», ya que el barón territorial no ha variado su postura sobre la posible financiación singular de Cataluña, la cita que se ha vivido esta tarde en La Moncloa sí era una de las más esperadas de la ronda de contactos que el dirigente nacional está manteniendo con los presidentes autonómicos. Porque Page nunca ha ocultado su total oposición al acuerdo entre los socialistas catalanes y Esquerra que conllevará un «Cupo» o «Concierto», como lo definió Page porque «a las cosas hay que llamarlas por su nombre», para Cataluña. Es más, el líder regional ha hecho bandera de ese rechazo al estar convencido, además, de que su posición «es muy mayoritaria y transversal en España».

«Castilla-La Mancha se opondrá siempre a que la riqueza en vez de distribuirse entre todos se empiece a computar de uno en uno. Porque la riqueza de Castilla-La Mancha no es de los castellanomanchegos, igual que la riqueza de Cataluña no es de los catalanes. La riqueza de España es de todos los españoles», le espetó a Sánchez en una reunión de casi dos horas que se desarrolló en un «ambiente cordial y respetuoso», porque se puede discrepar, pero desde el respeto, como enfatizó un Page que en la cuestión de la financiación autonómica -el tema al que más tiempo se dedicó en la reunión en Moncloa- solo comparte con el presidente del Gobierno la necesidad de reformar el sistema actual. A partir de ahí, las posturas se bifurcan hasta hacerse casi contrarias. Así, para el presidente castellanomanchego la negociación de esa reforma «debe ser multilateral» y no puede partir del acuerdo con Esquerra, una formación que, como recordó, quiere romper «la unidad de España» y, por eso, «ataca la igualdad de todos los españoles a través de la financiación».

«Cuando se habla del concepto de solidaridad se camufla lo que supone la soberanía y la riqueza nacional, que no es la solidaridad porque solo se puede predicar de algo que es tuyo. Lo que hablamos aquí es de justa redistribución de la riqueza», defendió el presidente castellanomanchego, que señaló que el reparto que garantiza la igualdad entre los españoles es una de las claves «no solo de la Constitución, sino también de la socialdemocracia». «La izquierda y posteriormente las comunidades que nacimos con la Constitución del 78 tenemos en común una aspiración de igualdad de oportunidades y de lucha contra los privilegios», enfatizó el líder autonómico que recordó que el 90 por ciento de los fondos de las comunidades se destinan a Sanidad, Educación, Servicios Sociales y Dependencia, unos ámbitos en los que «no puede haber privilegios entre territorios».

Pese a su oposición, Page confía en que el Gobierno central y las comunidades alcancen un consenso, algo que es compartido también con Moncloa que espera llevar a cabo la reforma del sistema de financiación «con el mayor consenso posible». En este sentido, Page apuntó que aunque los presidentes regionales defiendan sus territorios sí serán capaces de llegar a acuerdos porque al final «todos queremos que la financiación por población ajustada sea la misma en todo el territorio». Eso sí considera «imposible» que los mandatarios territoriales se entiendan «con quienes influyen en el Gobierno y marcan la legislatura», como Puigdemont o los independentistas. 

La polémica del agua. El presidente de Castilla-La Mancha acudió a La Moncloa con un documento «que será la hoja de ruta para los próximos meses entre las Administraciones» que contenía 194 asuntos concretos, aunque no todos pudieron tratarse, según reconoció tras la reunión. Uno de ellos era el agua que, curiosamente, también fue protagonista de las dos reuniones que mantuvo Sánchez en la jornada de hoy, ya que pasaron por el Palacio Presidencial los líderes de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, y de la Región de Murcia, Fernando López Miras. Ambos insistieron en «poner el agua en la agenda», consideraron que «está mal repartida» y pidieron «despolitizar» este asunto y que no se judicialice. Respetando a ambos dirigentes, Page insistió en la necesidad de que se apliquen «cuanto antes porque ya estamos en el tiempo de descuento» las nuevas reglas de la explotación del Trasvase Tajo-Segura. Además, subrayó  que el futuro «no solo de España, sino de todo el mundo» tiene que pasar «obligatoriamente» por apostar por la desalinización del agua del mar. «Llegará un momento en el que Castilla-La Mancha necesitará un trasvase del mar», apuntó.

En cuanto a infraestructuras, tanto el presidente de Castilla-La Mancha como el líder del Gobierno central coincidieron en España debe mirar ya al Atlántico, tras muchos años mirando al Mediterráneo, por lo que es una «prioridad» acelerar la Alta Velocidad que debe unir Madrid con Lisboa pasando por Toledo y Talavera.