La llanura de Albacete invita al vuelo. Quizá por ello la afición a la aviación fue muy temprana y entusiasta en nuestra ciudad.
Se conserva en el Archivo Histórico un programa de mano de las Fiestas de la Aviación, celebradas los días 13 y 14 de septiembre, durante la Feria del año 1912. Esos días, y, por primera vez, los albacetenses pudieron disfrutar de las piruetas del piloto don Leoncio Garnier en un «magnífico aparato monoplano».
El lugar elegido para esta exhibición eran las eras de Santa Bárbara, una zona despoblada a principios de siglo XX, que ocuparía hoy desde el final de la calle Tejares, Batalla del Salado hasta el hospital, aproximadamente.
Disfrutar de las espectaculares acrobacias del afamado piloto tenía su precio, que oscilaba desde las 20 pesetas por día y palco hasta los 0,75 céntimos en silla de tercera fila.
En el año 1915 el Ayuntamiento ofreció al Estado una porción de tierra en el paraje llamado de Los Llanos y la Pulgosa para construir un aeródromo, pero la burocracia y los problemas económicos provocaron que no se llevara a efecto, tan sólo se dispuso de unos hangares provisionales en las inmediaciones de la Feria, que se utilizaron para el raid militar Madrid-Cartagena desde el 23 al 27 de mayo de 1916, y que contó con el aliciente de la participación del infante don Alfonso de Orleans.
Paraje apropiado. Las gestiones finales se decantaron por los terrenos de La Torrecica, que era el paraje más apropiado y próximo a la población. Era propiedad del marqués de Villores, quien, de forma generosa, ofreció un precio asequible para que el Ayuntamiento lo pudiera adquirir. Corría el año 1922. La extensión del terreno era de 150 almudes y costó 18.750 pesetas. En la Feria siguiente, de 1923, nos visitaron dos aparatos que utilizaron ya el aeródromo. Aunque según opiniones cualificadas el primer vuelo en La Torrecica tuvo lugar el 10 de febrero de 1924, creándose una escuela de pilotos aviadores que comenzó a funcionar ese mismo mes y año
Fue a partir de 1924 cuando Albacete pudo contar con un aeródromo militar y una escuela de aviación. La empresa que contrató el servicio fue la Compañía Española de Aviación. La instrucción de alumnos duraba cuatro meses y también se admitía a civiles previo pago de 10.000 pesetas, una cantidad elevadísima, teniendo en cuenta que el salario medio anual de un obrero se encontraba en torno a las 4.300 pesetas (fuente Instituto Nacional de Estadística).
eco en la prensa. Volar en Albacete ya no era solo un espectáculo, también una profesión, aunque al alcance de muy pocos. El 17 de mayo de 1924 fueron inaugurados el aeródromo de La Torrecica y la Escuela de Aviación. Todo Albacete Era una fiesta. La prensa de la época dio cuenta de ello. Las revistas ilustradas como Centauro, en su número 3, de 25 de mayo de 1924 presentaba un amplio reportaje acompañado de fotografías.
El aeródromo en La Torrecica funcionó como aeródromo militar hasta que la Compañía Española de Aviación adquirió unos nuevos terrenos en Los Llanos, donde ubicó el nuevo aeródromo civil y escuela de pilotos, instalaciones que fueron inauguradas el 27 de abril de 1927. En el año 1931 se suprimió la escuela por Decreto del Ministerio del Ejército. Pero su actividad perduró durante la Guerra Civil como aeródromo militar. Según un informe del bando nacional, fechado el 1 de enero de 1939, tenía poca actividad y «suelen ir Natachas» (bombardero soviético ligero llamado Polikarpov R-Z que fue utilizado por el bando republicano)
El final del aeródromo pasa por su abandono. En 1951 ya no existía, en 1964 fue desmantelado y en 1970 tuvo lugar la reversión de este terreno cedido al Ministerio de Defensa; tras este trámite, se volvió a ceder al Estado para instalar, en una parte, el centro penitenciario, y, en la otra, el circuito.